Qué es un trombo, cómo se produce y posibles consecuencias

  • Se han dado casos de trombos en pacientes vacunados con la vacuna de AstraZeneca

  • Un trombo es un coágulo producido en un vaso sanguíneo

  • Puede tener graves consecuencias: ictus, paro cardíaco, fallo pulmonar e incluso la muerte

La suspensión temporal de la vacuna de AstraZeneca por varios países europeos se ha producido por la aparición de algunos casos de trombos en pacientes que habían sido vacunados con el compuesto. Se trata de muy pocos casos y no está claro que la vacunación esté relacionada con su aparición, pero la suspensión temporal para investigar lo ocurrido es una medida común en la fase de aplicación de una vacuna.

Dinamarca, Noruega, Islandia, Austria, Estonia, Lituania, Luxemburgo, Letonia e Italia, han suspendido la vacunación con las dosis de Oxford/AstraZeneca tras registrar “graves casos de trombos” en personas que habían recibido el preparado. La Agencia Europea del Medicamento, no obstante, sigue recomendando la vacunación con esta vacuna, aunque sí que se están retirando por precaución algunos lotes en algunos países, y también en algunas regiones de nuestro país.

El trombo es un coágulo sanguíneo que se forma en un vaso y permanece allí. Se diferencia así de la embolia, que también es un coágulo sanguineo pero que se desplaza desde el sitio donde se formó a otro lugar en el cuerpo. Tanto el trombo como la embolia pueden producirse en un vaso y obstruir el flujo sanguíneo en ese lugar, impidiendo el suministro de oxígeno o el propio flujo sanguíneo a los tejidos circundantes.

Cómo se producen los trombos

Los trombos pueden producirse en las arterias, que llevan la circulación desde el corazón hasta los diferentes órganos, como en las venas, que conducen la sangre de retorno desde los órganos hacia el corazón. Las posibles consecuencias de un trombo, dependiendo de dónde se produzcan, pueden ir de un daño localizado, la necrosis de los tejidos que se encuentran en ese área, un infarto, un ictus o incluso la muerte. También pueden producir isquemias, trombosis venosa profunda o tromboembolismo pulmonar.

Son muchos los factores que contribuyen a la formación de trombos, pero los más comunes son la inmovilización parcial o total de un paciente por alguna lesión o enfermedad, lo que dificulta la circulación haciéndola mas lenta. Suele ocurrir en pacientes que tienen que pasar largos periodos de tiempo inmovilizados. También es común en las enfermedades tumorales, con algunas alteraciones hormonales (como ocurre durante el embarazo, tratamientos hormonales en la menopausia o la toma de anticonceptivos), enfermedades genéticas como alteraciones en el sistema de la coagulación, enfermedades autoinmunes, la edad avanzada, la obesidad, algún traumatismo, etc.

Qué consecuencias puede tener un trombo

La obstrucción de los vasos sanguíneos puede ocasionar dificultad para el retorno de la sangre de las venas desde el corazón, provocando congestión e hinchazón en el lugar donde se ocasiona. Pero, sin duda, la complicación más grave puede ocasionarse cuando el desplazamiento de los trombos puede llegar a obstruir vasos en, por ejemplo, los pulmones, donde puede ocasionar un fallo respiratorio, un fallo cardiaco e incluso la muerte.

Si en lugar de una vena, el trombo se produce una arteria, algo mucho más complicado, estamos ante una trombosis arterial. La oclusión de arterias suele estar relacionada con el desarrollo de infartos, más frecuentes a nivel cardiaco y cerebral, cuya gravedad es mucho mayor.