Muere un hombre cuatro meses después de ganar el premio 'Gordo' en el Sorteo de la Lotería de Navidad

  • Jesús Martínez, de 88 años, muere cuatro meses después de ganar el 'Gordo' de la Lotería de Navidad

  • Este asturiano, que llevaba tres décimos del primer premio, sólo llegó a ingresar dos en el banco

  • Algunos de sus amigos especulan que el otro décimo lo regaló, un secreto que se ha llevado a la tumba

Durante la mañana del pasado 22 de diciembre, todo el país permanecía con su mirada puesta en el Teatro Real de Madrid, donde se celebraba, como cada año, el Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad. El número 05.490 fue agraciado con el 'Gordo', un primer premio que estuvo muy repartido. De hecho, una extrabajadora de La Moncloa se enteró viendo en directo a los niños del colegio San Ildefonso que era una de las afortunadas.

Otra de las personas que pudo celebrar haberse convertido aquel día en millonario fue Jesús Martínez, un habitante del concejo asturiano de Aller. Por desgracia, la alegría no le ha durado mucho. El diario La Nueva España ha informado de su fallecimiento a los 88 años.

Sólo depositó en el banco dos de los tres décimos

Jesús Martínez no llevaba un único décimo del 'Gordo'. El asturiano había comprado tres en la administración de Los Collaínos, por lo que le correspondían 1,2 millones de euros (400.000 euros por décimo) antes de impuestos.

Martínez, que fue minero y también trabajó como porteador de bultos y maletas en la estación de ferrocarril, compraba habitualmente lotería. Algunos de sus vecinos destacan que siempre defendía que "la persona que carecía de ilusión estaba muerta" y "él la mantuvo hasta el final".

Por otra parte, también hay una incógnita sobre toda esta situación. Y es que el afortunado llegó a depositar en el banco sólo dos décimos.

Sus amigos, que lamentan que apenas haya tenido cuatro meses para disfrutar del premio, señalan que "jamás desveló lo que hizo con el tercero". Hay quienes especulan con la posibilidad de que lo hubiera regalado. De momento, es un secreto que se ha llevado con él a la tumba.