El conmovedor vídeo de Kira López meses antes de suicidarse: "Tenía cinco años cuando comenzaron a acorralarme"

Kira López se suicidó con 15 años en mayo de 2019. Llevaba sufriendo acoso escolar desde los cinco años. Sus padres luchan desde entonces porque el bullying sea considerado un delito en España. Ahora han compartido un vídeo que Kira hizo seis meses antes de quitarse denunciando y explicando qué es el acoso escolar y cómo se siente una víctima.

Aquel vídeo le costó a Kira, una vez más, las burlas de sus compañeros.

Así explicaba Kira López qué es el acoso escolar

Las palabras de la niña de 15 años explican con sencillez y madurez qué es el acoso escolar y sonrojan a cualquier adulto que haya mirado para otro lado alguna vez. El bullying hace sentirse a la víctima como un “papel arrugado” por los insultos y vejaciones y aunque sea capaz de recuperarse las marcas del papel siempre van a estar ahí.

Kira contaba en el vídeo que llevaba nueve años sufriendo acoso escolar, desde los cinco. Con esa edad ya le daban palmetazos en la cabeza “por diversión”. Sabían que yo no se lo contaría a la profesora y no haría daño ni a una mosca.

“Un día te das cuenta de que has perdido la sonrisa y que te cuesta confiar incluso en aquellos que nunca te han fallado”, decía.

Kira lamentaba que los profesores nunca hicieron nada por ayudarla. Miraban para otro lado o achacaban su llanto a que era una “niña”.

Una víctima de acoso escolar piensa que no vale nada, afirmaba la niña en un vídeo que hizo seis meses antes de suicidarse para un trabajo autobiográfico del Bachillerato Dual Americano que cursaba online.  

La batalla de los padres de Kira López

Sus padres, que no han dejado de batallar para que se haga justicia con Kira y para que no haya más menores desprotegidos ante el acoso escolar han compartido el vídeo íntegro ahora en redes sociales.

El acoso escolar no es delito en España y a los agresores no se les exige ninguna responsabilidad. Los padres de Kira afirman: “Nuestra lucha ahora es dar voz a todas las esas víctimas que han sido silenciadas y concienciar a la sociedad de la necesidad de una ley que garantice la seguridad física y moral de los menores en los centros educativos, con consecuencias legales para quien conscientemente la incumpla, el reconocimiento público y reparación del daño de la víctima y la reconducción de los agresores desde el primer episodio de violencia”.