Frente a las críticas por mantener animales en recintos cerrados, los responsables de los zoos aseguran que su función es imprescindible
Además de concienciar, los zoos estimulan el comportamiento natural de los animales
Ver animales salvajes es posible de dos maneras: pagando un safari o visitando zoológicos, donde se recrean hábitats naturales. En verano, estos centros reciben su mayor afluencia de público. Frente a las críticas por mantener animales en recintos cerrados, los responsables de los zoos aseguran que su función es clave para el conocimiento de la naturaleza y la protección de especies amenazadas.
En el Bioparc de Fuengirola (Málaga) se encuentra el ajolote, un anfibio único en el mundo capaz de regenerar patas, columna vertebral, médula e incluso cerebro. “Si aprendemos el truco de cómo lo hacen ellos, quizá lo podamos aplicar a los humanos y ya se está investigando”, explica Jesús Recuero, veterinario del centro. Sin embargo, la especie está en grave peligro de extinción.
Intercambios regulados entre zoológicos
“Los animales vienen todos de intercambios a través de la Asociación Europea de Zoológicos y Acuarios. Cazarlos en la selva está hace muchas decenas de años absolutamente prohibido porque está perseguidísimo”, señala Francisco García, director del Bioparc. No hay compraventa: la EAZA gestiona la reubicación de animales, como el antílope sitatunga, si sobran ejemplares en un centro.
"No puede haber ningún tipo de negociación ni decir yo te doy este animal, tú me das este animal.” dice el director.
Fomentar comportamientos naturales
Además de concienciar, los zoos estimulan el comportamiento natural de los animales: los tigres de Sumatra reciben carne en troncos agujereados para despertar su curiosidad, los lémures disfrutan de fruta helada para sobrellevar el calor y especies extinguidas en libertad, como el faisán de Edwards, se crían en cautividad con el fin de reintroducir sus descendientes en su hábitat natural. "Lo peor del mundo es tener a un animal que no es una mascota encerrado en una casa", dice Óscar González, biólogo del centro.
Tres especies criadas en algunos zoológicos están ya extinguidas en naturaleza, como un faisán de Vietnam, también llamado de Edwards. (2:53) “Este es el animal que se ha extinguido en Vietnam, en la naturaleza. A pesar de, curiosamente, ser el emblema del país, lo que estamos haciendo es criarlos en cautividad, criarlos en los parques zoológicos, y serán enviados a Vietnam. Ellos no van a ser liberados al medio natural, pero sí todos los descendientes que tengan”, explica Rosa Martínez, veterinaria de bioparc.
En España, los zoológicos reciben cada año más de 14 millones de visitas, demostrando que aún queda mucho por descubrir sobre fauna salvaje.