Turismo

Trenes nocturnos para disfrutar del espectáculo de las auroras boreales en el norte de Europa

Auroras Boreales en Rovaniemi, Finlandia
Auroras Boreales en Rovaniemi, Finlandia. Europa Press
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Contemplar una aurora boreal es una de los espectáculos de la naturaleza más sorprendentes. Por ello, el turismo con destino al norte del Europa para contemplar este fenómeno atmosférico va en aumento especialmente entre los meses de octubre a marzo cuando en latitudes cercanas al círculo polar ártico, las noches son más largas y los cielos más despejados favoreciendo su observación.

La aurora boreal se produce cuando partículas solares chocan con la magnetosfera terrestre y generan destellos de luz que tiñen el cielo de verdes, violetas y rojizos. Este espectáculo, conocido también como “luces del norte” se ha convertido para miles de viajeros en un destino en sí. Sin embargo, la experiencia está marcada por la incertidumbre: las condiciones meteorológicas y la actividad solar determinan si el cielo se iluminará o permanecerá oscuro, informa Infobae.

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Trenes nocturnos: la nueva apuesta turística

En este contexto, Noruega y Finlandia han lanzado rutas ferroviarias nocturnas diseñadas específicamente para la observación de auroras boreales. La propuesta combina sostenibilidad, comodidad y aventura, ofreciendo una alternativa al turismo tradicional de cabañas o excursiones en trineo.  

Estas son las principales ofertas que se pueden encontrar en el mercado con destino a estos países y disfrutar de un espectáculo que mezcla leyes físicas con ciertas dosis de magia:

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  • Midnight Aurora Route (Noruega):  
  • Operado por la compañía estatal Vy, este tren panorámico cuenta con paredes y techos de cristal, lo que convierte cada asiento en una butaca de planetario. El recorrido parte de Narvik y atraviesa zonas de alta visibilidad de auroras. Los vagones reducen la iluminación interior al mínimo y disponen de sistemas de datos en tiempo real sobre la actividad solar, lo que permite a los pasajeros comprender el fenómeno mientras lo esperan.  El billete cubre el trayecto, la participación en las actividades, el acompañamiento de un guía, los aperitivos y las bebidas. La excursión está disponible desde páginas como 'Artic Train' y 'Visit Norway' a un precio de 1495 coronas noruegas (127,26 €) y para niños entre 7 y 17 años es de 772 coronas noruegas (65,71 €). Según las indicaciones de sendos anuncios, los pasajeros deben llevar ropa abrigada y se recomienda llevar cámara y trípode.
  • Northern Lights Chase (Finlandia):  
  •  El tren, Santa Expreso, operado por los Ferrocarriles Finlandeses (VR), conecta Helsinki con Rovaniemi Kemijärvi en un trayecto de unas 10 horas que permite cruzar el círculo polar ártico y llegar a paisajes cubiertos de nieve. El servicio dispone de una clase económica que ofrece asientos cómodos, luz de lectura y espacio para pertenencias personales con precios que oscilan entre 5 € y 32,70 €. También hay cabina con cama doble, destinada a dos personas, con espacio para equipaje y baños compartidos en el pasillo, que dan una mayor privacidad. El precio va de 39 € a 150 €. Y una cabina de lujo con cama doble incluye baño privado, lavabo, enchufes, wifi y cuesta entre 39 € y 160 €.

Ambas propuestas buscan democratizar el acceso a un espectáculo natural que, hasta ahora, estaba reservado a quienes podían costear excursiones privadas o largas estancias en zonas remotas.  

Planes complementarios para el viajero

El turismo ferroviario no se limita a la contemplación pasiva. Los operadores han diseñado paquetes integrales que incluyen:  

  • Excursiones en trineo de huskies o renos, una experiencia tradicional en Laponia.  
  • Visitas a pueblos sami, donde se puede conocer la cultura indígena del Ártico.  
  • Estancias en hoteles iglú o cabañas de cristal, que permiten seguir observando el cielo desde la cama.  
  • Actividades gastronómicas, con degustaciones de platos locales como el salmón ahumado o el reno estofado.  

De este modo, incluso si las auroras no aparecen, el viajero disfruta de un abanico de experiencias que justifican el desplazamiento.  

El riesgo de la imprevisibilidad

Uno de los aspectos más destacados de este turismo es la incertidumbre. A diferencia de otros atractivos, las auroras boreales no se pueden garantizar. Los expertos recomiendan planificar estancias de varios días para aumentar las probabilidades de éxito.  

Los trenes nocturnos, pese a sus ventajas, no eliminan el riesgo: una noche nublada o una baja actividad solar pueden frustrar las expectativas. Por ello, las compañías insisten en que el viaje debe entenderse como una aventura y no como una promesa segura.  

Este factor añade un componente emocional: la espera, la tensión y la sorpresa convierten la experiencia en algo único. Muchos viajeros relatan que, incluso sin ver auroras, el trayecto bajo cielos árticos estrellados resulta inolvidable.