Música

La última canción que grabó Jorge Martínez, de Ilegales, en la que reflejaba su modo de estar en el mundo

Jorge Martínez
Jorge Martínez, lúcido y excesivo hasta el final. GETTY IMAGES
Compartir

El fallecimiento de Jorge Martínez, líder de Ilegales, a los 70 años víctima de un cáncer deja al rock español sin una de sus voces más estruendosas. Cuando daba entrevistas, Jorge Ilegal era una máquina de escupir titulares. Su verborrea -incómoda, lúcida y muchas veces excesiva- era un forma de insubordinación consciente, un rechazo frontal al silencio domesticado, códigos inquebrantables según los que había regido toda su vida.

Jorge Martínez, de Ilegales, en Uppers
Jorge Martínez, de Ilegales, en Uppers
PUEDE INTERESARTE

En una industria acostumbrada a la ambigüedad tibia, su claridad de ideas, vomitadas sin pedir permiso, resultaba casi ofensiva. Jorge 'Ilegal' era en sí mismo una declaración permanente contra la resignación. También contra la nostalgia. Al contrario que muchas otras bandas de su generación, Ilegales seguían al pie del cañón sin mirar atrás más de la cuenta. Este mismo año publicaron 'Joven y arrogante’, un disco que traía nuevas dosis de guitarras sucias y letras despiadadas.

Corazones legendarios

Sin embargo, ninguna de las canciones de ese álbum final quedará como la última que Jorge Martínez publicó en vida. Ese honor le corresponde a la versión de 'Rock suave' incluida en el disco de duetos de Loquillo, 'Corazones legendarios', lanzado semanas atrás.

PUEDE INTERESARTE

Y la casualidad, por una vez, tiene sentido. Cantar con el Loco, compañero de trinchera generacional, queda como un gesto de lealtad hasta el final. Una fidelidad y coherencia que Jorge practicó siempre sin cálculo: estar cuando había que estar, compartir micrófono con quien había compartido época, riesgos y una misma idea del rock como actitud vital antes que como producto manufacturado.

Entrevista con Jorge Ilegal
Entrevista con Jorge Ilegal

Hoy ya no se puede escuchar ese dueto con Loquillo de la misma manera que ayer. Hay algo distinto ahí. No suena a despedida buscada, pero sí a cierre natural, como esas conversaciones entre viejos camaradas que no necesitan subrayar lo que ya está dicho. Dos voces que no se están despidiendo pero que se reconocen mutualmente. Dos trayectorias que se cruzan una última vez, sabiendo que ambas proceden de una misma estirpe en peligro de extinción. Larga vida al rock 'n' roll:

Rock suave

Envejecer sentado al piano de algún club

Conservar ese brillo salvaje en los ojos

Entretener con un digno "savoir faire" nada más

Dejar cantar al corazón...

Un rock suave, con frío de cuchillo

Rock suave, elegante y sensual

Rock suave, como un beso en la garganta

Rock suave, felino y animal

Y sugerir ese fondo peligroso que hay detrás

Mantener orgullo y equilibrio individual

Pelear hasta ser un homicida, nada más

Por ser mi dueño y poder cantar

Un rock suave, con frío de cuchillo

Rock suave, elegante, sensual

Rock suave, como un smoking de alpaca

Rock suave, felino y animal