El juez ha estimado la pretensión absolutoria de la defensa basándose en el principio 'in dubio pro reo', según han confirmado fuentes jurídicas.
En el fallo, el magistrado sostiene que el ordenador investigado no sólo era utilizado por la acusada sino por otros miembros de su entorno familiar. Por eso, es imposible establecer a ciencia cierta si la persona que colgó las fotos en Internet fue Rebeca G.L.
"Aunque pueda hipotéticamente concebirse un mayor grado de probabilidad de la acusada, no pueden descartarse otras posibilidades en cuanto a la autoría de los hechos", explica el juez.
Durante el juicio, la joven aseguró que ni siquiera conocía que su anterior pareja había iniciado una nueva relación sentimental al tiempo que rechazó categóricamente ser la autora del delito informático de la que se le acusaba.
El Fiscal solicitaba un año y ocho meses de prisión y el pago de una multa de 4.500 euros a la acusada, mientras que la acusación particular pedía dos años de privación de libertad junto a una indemnización de 12.000 euros por un delito de descubrimiento y revelación de secretos y una falta de vejaciones. EPF