La droga, según informa la Dirección General de la Policía y la Guardia Civil, viajó en un buque de bandera panameña desde Ecuador, bajo la tapadera de varias empresas de importación de frutas radicadas en Murcia.
La investigación se puso en marcha a raíz de la denuncia de la embajada de España en Colombia, que alertó a la Policía de la existencia de un grupo organizado de ciudadanos españoles y colombianos, residentes en Murcia y presuntamente dedicados al narcotráfico.
El grupo actuaba en diferentes países suramericanos, desde los que enviaban hasta nuestro país contenedores con diversa carga legal y cocaína camuflada en su interior. Utilizaban empresas que se dedicaban a la importación de frutas para dar una apariencia de legalidad al narcotráfico.
Desde España esta red llegó a organizar varios envíos legales para comprobar las medidas de seguridad y asegurar así el éxito de la operación. Sólo en los dos últimos meses llegaron a enviar cuatro contenedores con carga legal del mismo tipo y a nombre de la misma empresa, con la intención de comprobar si levantaban sospechas entre las autoridades policiales o aduaneras españolas.
Tras verificar que los contenedores llegaron sin haber sido revisados, varios miembros de la organización se trasladaron a Ecuador, para dirigir "in situ" el envío de un contenedor con la cocaína.
La droga partió desde Guayaquil (Ecuador) y llegó en un buque de bandera panameña al puerto de Sagunto (Valencia), donde los agentes interceptaron el envío consistente en 228 kilos de cocaína escondidos entre un cargamento de plátanos.