Según las autoridades, el nigeriano fue secuestrado en octubre pasado, el mismo día en que había salido de la Penitenciaría de Guayaquil, donde permaneció por cuatro años detenido por un caso de drogas.
El informe de la Policía asegura que el día en que Nmeze salió de la cárcel "fue interceptado por desconocidos", quienes pedían a su familia el pago de 50.000 dólares para dejarlo en libertad.
El nigeriano dijo, por su parte, que cuando estuvo en la Penitenciaría, era acosado por un grupo de delincuentes que le extorsionaban y amenazaban de muerte.
"Esta gente es bien poderosa, que controla desde adentro (de la cárcel) lo de afuera", añadió Nmeze, al relatar la odisea que le tocó vivir en la Penitenciaría y luego en manos de sus secuestradores.
En esa cárcel, añadió, "uno no puede vivir, (porque) cuando uno de ellos te dice que hagas algo, lo tienes que hacer, porque si no, te matan".
La Policía detuvo a un ecuatoriano relacionado con el secuestro del nigeriano y ha emprendido una investigación sobre la presunta mafia que al parecer funciona en el interior de la Penitenciaría de Guayaquil.