Un estudio realizado en seis países europeos, liderado por el Instituto Europeo de Estudios en Prevención, de Mallorca, concluye que los padres que marcan reglas, pero tienen capacidad de dialogar con sus hijos para cumplirlas, y aquellos que son permisivos, pero les demuestran afecto, son los modelos familiares con mayor efecto protector para alejar a los adolescentes de las drogas. Y por el contrario, aquellos progenitores permisivos, sin más, o que ponen normas, pero no muestran afecto con los menores, los ponene en riesgo frente a alcohol, cannabis o tabaco, las sustancias de mayor uso entre los adolescentes españoles. Los expertos consideran que las buenas relaciones, basadas en control y afecto, son la mejor protección frente a consumo de tóxicos.