Un estudio sobre la brecha digital de género entre adolescentes elaborado por la Universidad de Deusto revela las dificultades a las que se tienen que enfrentan las mujeres en redes sociales. Ocho de cada diez hombres adolescentes reciben imágenes de chicas desnudas, mientras que también ocho de cada diez perciben machismo en los videojuegos. Por otro lado, las chicas sufren más la presión por mostrar una imagen “perfecta” en sus redes y, en el caso de tener presencia, suelen tener como mínimo un acosador.
Estos son algunos datos de la ciberviolencia machista que se evidencia tras el análisis de la denominada “tercera brecha digital de género de las personas adolescentes de la CAE” y que hace referencia a los códigos, estereotipos, patrones y roles de género que se reproducen en la red y que generan desigualdad. Y es que el mundo virtual ha aportado una infinidad de comodidades, ventajas y oportunidades para nuestras relaciones y formas de gestión. Sin embargo, también ha producido mecanismos un tanto dañinos, que comprenden e interpelan a los códigos de género.
Internet, redes sociales, videojuegos, cibercontrol o ciberacoso sexual es el nuevo escenario en el que los adolescentes buscan su encaje en una sociedad que lucha por lograr la igualdad pero que sigue repitiendo esquemas anteriores. Aunque parezca una locura, las chicas son más controladoras que ellos. Los celos y un sentimiento de inferioridad les lleva a ejercer este dominio que no surge de una posición de poder sino de sumisión a cánones estéticos de belleza. El problema es la reacción de los jóvenes. El 16,5% de los chicos considera que es lícito mirar el móvil de la pareja si uno piensa que le engaña. Un 25% de los chicos ve lícito ser celoso como muestra de amor mientras que un 14,9% aún piensa que ella debe ponerse la ropa que le diga el chico. Mal asunto del que hay que concienciar porque es la base del maltrato y abusos posteriores.