Según ha informado la Guardia Urbana, los hechos sucedieron ayer al mediodía, cuando una patrulla fue requerida ante la presencia de una persona con una serpiente de gran tamaño en la calle Boters.
Al llegar al citado lugar, los agentes encontraron a M.A.M.C., de 48 años y vecino de Lleida, que explicó que la serpiente era de su hijo y que éste la había sacado a la calle mientras limpiaba el terrario en el que habita el reptil.
Ante estos hechos, los agentes requirieron la presencia de técnicos del Departamento de Medio Ambiente de la Generalitat, que realizaron las diligencias correspondientes y decomisaron el animal.
Su propietario aseguró a los agentes que había adquirido la serpiente, un ejemplar de pitón albina, en un centro especializado en la venta de animales de compañía de la ciudad de Lleida.