Tres jóvenes se lanzaron al mar desde las rocas de la playa de Níjar. El fuerte viento y el oleaje les impidieron salir del agua. El resultado: uno de los muchachos, de 20 años, fallecido. Un acantilado de varios metros de altura que habitualmente se convierte en plataforma de saltos. Imprudencias que también se repiten en otras playas como la de Salobreña. No conocer la profundidad del agua, encontrarse con una roca o el propio golpe al caer pueden convertir en tragedia un día de playa.