En un auto dictado este jueves 6 de septiembre, el magistrado ha acordado seguir con las actuaciones por el trámite de procedimiento abreviado contra Ángel Boza, quien se encontraba en libertad provisional a la espera de sentencia firme por abusar sexualmente con el resto de La Manada a una joven durante los Sanfermines de 2016.
Tanto la Fiscalía como las acusaciones personales dispondrán ahora de un plazo de diez días para solicitar la apertura de juicio oral o el sobreseimiento de la causa. Además, en un segundo acto, el juez deniega la petición de libertad planteada por la defensa. Boza se encuentra prisión provisional, comunicada y sin fianza desde el pasado 2 de agosto por el robo.
El juez toma esta decisión al considerar que existe riesgo de fuga y "teniendo en cuenta la naturaleza del presunto delito cometido, la pena que pudiera corresponderle, las circunstancias del hecho y antecedentes del investigado", así como "para garantizar la eficacia de la investigación procesal y la disponibilidad del investigado a los llamamientos judiciales".
Recurso de la defensa
En declaraciones a Europa Press, el letrado de Boza, Agustín Martínez, ha anunciado que recurrirá la prisión preventiva. "Me quedo sin argumentos, si no fuera La Manada, no tendría un pase", ha exclamado. Según el abogado, no existe ni riesgo de fuga ni reiteración delictiva.
El abogado ha señalado que expondrá los mismos argumentos que presentó en su primer recurso ante el juez instructor, en el que alegaba que no existía reiteración delictiva ni riesgo de fuga. "La finalidad de la prisión provisional es evitar el riesgo de fuga. Difícilmente podemos entender que exista riesgo de fuga por un hurto", explicó entonces en declaraciones a Europa Press.