El asesino de Vinaroz intentó secuestrar a su expareja antes de dispararla

Marcel Kosien llegó a España desde Alemania ayer, conduciendo sin parar, y cargado con su macabro plan. La Guardia Civil ha encontrado en su vehículo unas bridas abiertas y cinta aislante que podrían haber servido para secuestrar a Katharina. Los investigadores sospechan que llevaba un bidón de gasolina por si su plan de secuestro no funcionaba. Podría haber pensado quemar la casa. Pero el alemán de 40 años no esperaba encontrar a su exnovia protegida en una parcela con tres casas propiedad del padre de Katharina. Su margen de maniobra era menor así que ha improvisado la manera de que su expareja saliera fuera. La reconstrucción de los hechos indica que Katharina ha intentado refugiarse al verlo. Y mientras el gritaba, ella cerraraba la cancela. Pero el asesino la ha bloqueado y cuando ella corría a refugiarse en la casa, él ha disparado cuatro tiros, desde lejos; Uno le ha dado en la cabeza, dos en el suelo y un tercero ha quedado incrustado en la puerta.
Al escuchar la discusión y los tiros en otra de las viviendas de la parcela, el cuñado de Katharina ha llamado al 112. La Guardia Civil ha llegado muy deprisa a la zona y cuando se acercaban a la vivienda Marcel se ha suicidado. Katharina llegó a España en septiembre tras romper su relación en Alemania. Sus padres y su hermana la acogieron con los brazos abiertos. Una de las tres viviendas de la parcela que compró su padre en Vinaroz era para ella. La tristeza de esta familia propietaria de un restaurante de la localidad, era hoy visible, y la rabia porque Katharina estaba sola en su pequeña casa y esta mañana no han podido ayudarla, estando tan cerca.