Begoña trabaja como lavandera y planchadora en un hospital de Algeciras, Cádiz, y es una poetisa muy galardonada. El premio más importante para ella ha sido el "Hiperión", por su libro ‘Servicio de lavandería’, un duro poemario que describe con crudeza su trabajo y el de sus compañeros en los peores momentos de la pandemia...
“Ayer planché la ropa del que ahora sacan a cuestas entre cuatro. Lavé sus sábanas, doblé su pijama", relata en uno de sus versos, donde no deja lugar a dudas del contexto en el que nacieron.
"No nos quedaba tiempo apenas para descansar, y es cierto que yo conseguí compaginarlo, pero ni yo misma sé muy bien como lo he hecho", cuenta hoy Begoña, preguntándose el modo en que logró combinar su trabajo en la lavandería del Hospital Punta de Europa de Algeciras con su amor por la poesía.
“La poesía está tanto en personas que conocemos como en el día a día. A veces en lugares impensables”, señala.
Su último libro muestra más de una cara: “De la muerte, del sufrimiento…” pero también de “la alegría de quien se recupera y de quien sale adelante”.
Por ahora, la poesía no le da de comer, pero no renuncia: "Es algo que me llena y que desde luego no puedo abandonar", cuenta.
Ahora, el reconocimiento y los premios al menos le dan el empujón para no desistir.