“Acuchillada una y otra vez”, “puñalada tras puñalada” en lo que fue una “carnicería en toda regla”. Así, con tan terrible frialdad y crueldad es como el propio asesino confeso, sin ningún tipo de escrúpulos, relata la forma en que mató a la que era su excuñada en Albacete.
Lo contó a través de dos cartas que, –haciendo todavía más daño–, envió desde la cárcel al padre de la víctima. En ella, culpa a la familia de haber sido la causa de la ruptura con su esposa, –hermana de la víctima–, al tiempo en que les responsabiliza del crimen que cometió.
Ocurrió un 4 de junio de 2018 y ahora, en la segunda sesión del procedimiento penal por estos hechos, el fiscal ha pedido que se lean esa dos misivas que el asesino confeso, M.R.G, envío.
Los padres de la víctima fueron quienes encontraron el cadáver, y el progenitor, concretamente, llegó a ver al acusado la misma mañana en que cometió el crimen, después de que matara a su hija, e instantes antes de que le detuviesen por ello: "Da gracias de que no te maté cuando te vi, estuve a punto de matarte; tenéis mucha culpa de lo que pasó. Tus hijas son unas manipuladoras", escribió el asesino confeso, cargando contra toda la familia, a la que culpaba del divorcio desde que en enero de ese año su esposa, –quien vivía refugiada en una casa para víctimas de la violencia machista–, iniciase el proceso de separación.
Reconociendo el crimen, en la carta afirma: “Cuando ocurre algo así siempre hay una causa". Y al mismo tiempo manifiesta: “La cosa salió mal, me arrepiento por ella. Una vez hecho, jódete, espero que vivas muchos años con este cargo de conciencia". “Tenías que haber estado cuando maté a tu hija puñalada tras puñalada; ver cómo gritaba; espero que estés sufriendo como un cerdo”.
Incidiendo en el dolor con una crueldad absoluta, en la segunda carta que envió, también desde la cárcel, vuelve a recordar los atroces hechos volviendo a señalar al padre de la víctima y la familia: “Espero que lo estés pasando jodidamente mal (...), no maté a tu hija, fuisteis vosotros", y recuerda de nuevo cómo mató a su excuñada: “Una carnicería en toda regla, acuchillada una y otra vez".
La Fiscalía pide 27 años de prisión para él por los hechos ocurridos aquel 4 de junio de 2018. En el juicio también ha declarado la otra hermana de la víctima, quien, tal como recoge EFE, ha rechazado que sean responsables del divorcio del acusado y ha señalado: "Él nos echa la culpa, pero es mentira, mi hermana lo dejó porque en esa pareja había violencia de género, en enero él estuvo detenido y a mi hermana se la llevaron a una casa de acogida".