La explosión ocurrió durante un evento de Bonfire Night en Glasgow, Reino Unido. Carson perdió el dedo índice y el dedo anular de su mano izquierda y tuvo que someterse a un injerto de piel que sujetaba el pulgar a la pierna para mantener la sangre fluyendo, informa The Sun.
Su tía Susan Boyd, de 31 años, explicó a los medios locales que las próximas horas son cruciales para su recuperación, ya que aún no conocen la magnitud del daño. "Su rostro estaba cubierto de sangre y tenía un trozo de fuego artificial incrustado en su ojo izquierdo. Tiene daños por calor en la córnea. Su cara está bastante mal debido a los escombros de la explosión y tiene un agujero en la boca. Su lengua está quemada y se ha quedado sin algunos dientes".
Además, relata su tía, "tiene puntos en la boca y una quemadura en la mano derecha y en la pierna. Sus vías respiratorias también están quemadas, por lo que está conectado a una máquina para ayudarle a respirar. Está con altas dosis de morfina y ketamina".
Carson fue encontrado seriamente herido en la calle por su madre Chantelle, de 27 años. Los vecinos trataron frenéticamente de ayudar y le cubrieron con toallas antes de llevarlo al hospital.
La angustiada Chantelle ha declarado que "queremos advertir a las personas sobre lo que los fuegos artificiales pueden hacer a una familia. Estoy muy agradecida a todos por su ayuda y apoyo".
Pal Kelly Crossan ha creado una página de Just Giving para ayudar a recaudar fondos para Carson y su familia. "Decidí configurar la página para ayudar a Chantelle Boyd. Su hijo Carson pasó 12 horas en cirugía debido al accidente de fuegos artificiales. Tiene lesiones que le cambiaron la vida. Ahora está en un coma inducido por los médicos para ayudarle a descansar y sanar". Los generosos donadores ya han hecho logrado el objetivo de 500 libras en tan solo un día.
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