A las ocho de la tarde del pasado viernes el pueblo de Estella, en Navarra, vivió una de sus tragedias más amargas. Un autobús de la Estellesa colisionó contra la gasolinera situada en la rotonda de la calle Carlos VII y ha empotró a un coche contra la tienda del establecimiento, acabando con la vida de dos niños e hiriendo a dos personas más, una de ellas la madre de las víctimas.
Los testigos aseguran que justo antes del accidente, el conductor del autobús gritó que no tenía frenos. Arrasó todo lo que encontró a su paso en esta gasolinera, y mató a los dos hermanos, dos niños de 5 y 8 años. Tanto él como los pasajeros que viajaban en el autobús, procedente de Logroño, han resultado ilesos.
La localidad de Ayegui, de donde eran vecinos, se encuentra "consternada" y sigue atenta a la evolución de su madre, que se encuentra grave pero fuera de peligro.
El alcalde de la localidad se ha ofrecido para ayudar en todo lo que puedan a la familia, a quien ha trasladado a "todo nuestro apoyo moral y nuestra ayuda." Se han declarado tres días de luto oficial y se han suspendido todos los actos lúdicos que pueda haber en la localidad.