Eugenio, el joven de 28 años detenido por la desaparición de Manuela Chavero, confiesa que la mató

  • El detenido ha confesado que estaba obsesionado con la víctima

  • La Guardia Civil busca ahora el cuerpo en las fincas aledañas al municipio

  • La joven desapareció la madrugada del 4 de julio del año 2016

Le llaman Eugenio el de los cerdos y no se le conocía pareja. Siempre estuvo en el foco de la investigación, pero ahora es cuando se ha desmoronado. Este viernes se han conocido importantes novedades en el caso de la desaparición de Manuela Chavero, una vecina de Monesterio, Badajoz, a la que se le perdió la pista hace ya cuatro años. La Guardia Civil ha detenido a Eugenio, vecino también de la localidad y al que ella conocía, que finalmente ha confesado a los agentes que la mató. Asegura que se trató de un accidente. Se golpeó en la cabeza. "Me asusté y enterré su cadáver en un pinar", ha confesado. Es donde ahora se busca el cuerpo.

El asesino, Eugenio D.H. de 28 años de edad y nacionalidad española, llevaba varios meses bajo investigación, y finalmente, tras recopilar nuevos indicios, procedieron a su arresto a última hora de ayer como autor de la desaparición de la mujer.

El arrestado se encuentra, según ha informado la Guardia Civil a las 11,30 horas, en dependencias del Instituto Armado en Zafra, "donde se le está tomando declaración" antes de pasar a disposición del Juzgado de Instrucción número 1 de Zafra.

El acusado es vecino de Manuela y estaba obsesionado con ella. Hace unos días, Emilia Chavero, hermana de Manuela, entregó a los investigadores una carta anónima en la que se apuntaba al ahora arrestado como sospechoso de la desaparición de la mujer. Tras conocerse el trágico desenlace, su hermana ha revelado sospecharon de él desde el primer momento por su obsesión con Manuela. Las fuentes consultadas aseguran que los agentes dieron credibilidad a este escrito, lo que unido a las pesquisas que llevaban realizando hace tiempo ha motivado la detención y posterior confesión.

Hace dos semanas, la UCO registró la casa de Manuela

Hace solo dos semanas, la Unidad Central Operativa (UCO), junto a personal del servicio de Criminalística de la Guardia Civil y en colaboración con la Comandancia de Badajoz, llevó a cabo una serie de gestiones "que estaban pendientes por hacer" en el domicilio en Monesterio de Manuela Chavero.

Al terminar el registro de la vivienda, fuentes de la UCO explicaron que se trataba de "una inspección también nueva pero nada precipitado por ningún hecho concreto", resaltando que "estaban pendientes de llevarse a cabo" y se han hecho "cuando se han podido hacer en coordinación con los juzgados que lleva el tema". Además, aseguraron que dichas gestiones podrían llevar "nuevas actuaciones", pero que de momento no estaban previstas.

La Guardia Civil busca el cuerpo en las fincas aledañas al municipio

Tras la confesión, Agentes del Equipo Central Inspecciones Oculares (ECIO) del Servicio de Criminalística de la Guardia Civil y especialistas en la búsqueda de restos cadavéricos se van a trasladar a Monesterio para sumarse a la búsqueda del cuerpo.

Está previsto que en las próximas horas realicen en el municipio varios registros. La investigación se centra ahora en fincas aledañas al municipio donde se perdió el rastro de Manuela Chavero.

Su familia tenía "cierta esperanza" de hallarla con vida

José Carlos Chavero, el hermano de Manuela, vecina de Monesterio, ha manifestado este viernes que, hasta la detención y confesión del presunto autor de la muerte de su hermana, "había cierta esperanza" de encontrarla con vida.

"Van a ser días muy duros", ha dicho José Carlos, cuya familia siempre tuvo un hilo de esperanza de encontrar a Manuela con vida, a pesar de que ya habían pasado más de cuatro años desde su desaparición. José Carlos considera que el siguiente paso debe ser la localización del cuerpo sin vida de su hermana, por lo que espera que el detenido "conduzca" a la Guardia Civil hasta el lugar donde estaría el cadáver. El pueblo aún no da crédito a que el asesino haya sido una persona tan cercana, que ha vivido con tranquilidad mientras el resto de los vecinos se manifestaban para pedir justicia. Nadie da crédito.

Manuela desapareció en extrañas circunstancias en julio de 2016. La noche del 4 de julio de 2016 se le perdió la pista después de estar con una amiga, la última persona que la vio, y regresar a su casa en la Urbanización La Noria, donde no se la volvió a ver. Sus allegados no encontraron nada forzado en la vivienda. Las luces estaban encendidas y su cartera y su móvil sobre la mesilla. Esas fueron las únicas pistas que dejó antes de desaparecer. Tenía dos hijos, quienes en el momento de su desaparición se encontraban con su expareja.