Lo ideal sería que los niños no tuvieran que cargar con tanto peso, pero ya sabemos que eso es misión imposible, aunque insistir sobre ello no está de más. Ahora, se trata de orientarse un poco sobre cómo evitar que las espaldas de nuestros hijos sufran daños y dolores.
Según los datos de una investigación realizada por la Universidad de Granada, el 43% de los escolares de entre 6 y 12 años que suelen usar mochila para ir al colegio sufren dolor de espalda frente al 31% que sufren los que usan el carro para transportar sus materiales escolares.
Sin embargo, no queda tan claro, porque en condiciones ideales, la mochila puede ser la mejor opción, siempre que el peso de esta no supere el 10% del peso total del niño o la niña. Lo dice el fisioterapeuta Pedro Bujanda, que subraya que en las mochilas el peso está mejor repartido si se lleva con las dos arneses bien colocados.
El asunto parece contradictorio, porque la primera condición nunca se da: Según los investigadores granadinos "el 23% de las niñas llevan en su mochila o carrito una carga superior al 20% de su peso, una cifra muy por encima de lo recomendado”. Ahí es donde el carrito aventaja a la mochila.
El estudió reveló que tirar de un carro escolar, siempre que sea dentro de las recomendaciones de carga de entre el 10 y el 15%, resulta más beneficioso para los peques que el uso de una mochila con el mismo peso”.
Sin embargo, el carrito si supera el peso es igual de perjudicial por lo que siempre es mejor conocer que sería preferible un carro, parecido al de la compra, que se pueda empujar, y no tirar de él. Si el que elegís es el convencional, pues probad a convencer a vuestros hijos a no llevarlo demasiado tiempo del mismo lado y acostumbrarlo a que cambie continuamente de mano para evitar contracturas y molestias.
Tampoco, los niños y niñas se librarán de cargar escaleras arriba hasta el aula el carrito, porque las ruedas sirven para arrastrar, pero no vuelan. Las articulaciones y musculatura de las muñecas y el hombro sufren lo suyo por el peso que arrastran constantemente. Otra de las cosas a tener en cuenta por parte de los padres, es que con el carrito se tiene la percepción de que el peso es menor del que realmente se lleva por lo que suele sobrecargarse.