Si estar en la calle con este calor es difícil, imagínense cómo es trabajar con este calor. Ya sea sirviendo mesas, repartiendo suerte a los viandantes repartiendo comida sobre una bicicleta todos coinciden en que es insoportable.
El lugar más caluroso para trabajar son las obras, en ellas el asfalto hace que las temperaturas sean más altas de lo que ya son, y no solo eso, en las máquinas en las que trabajan, las temperaturas pueden alcanzar más de 40 grados.
Tampoco es mucho mejor trabajar dentro de un disfraz, los valientes que hoy han seguido trabajando disfrazados, han tenido que ir cambiando su posición del sol a la sombra cada poco tiempo.
Los guías turísticos y los barrenderos son algunos de los muchos trabajos que les obligan a estar bajo este calor sofocante, y esto no ha hecho nada más que empezar.
En muchos de estos trabajos están condenados a pasar tanto frío como calor, aunque algunos están más acostumbrados que otros.