Fernando, la imagen del dolor de Valga, despide a sus hijas y a su mujer asesinadas a tiros

  • Cientos de personas han querido acompañarle en el dolor y han pedido justicia

Es el dolor de un padre, de un esposo, tratando de asimilar el asesinato de sus dos hijas y de su mujer. Una muerte a tiros, premeditada y manos de José Luis, al que conocía. Todo un pueblo le arropa. "Es una familia deshecha, al menos estamos aquí para ayudarle", confiesan intentando poner su granito de arena para que la carga de este hombre, de Fernando, no la lleve solo.

Cientos de personas han despedido a las tres mujeres asesinadas en Valga (Pontevedra) en un funeral en el que tanto parientes, como vecinos y autoridades políticas no han dejado de arropar a la familia de las afectadas. El acto ha tenido lugar en el auditorio municipal de esta localidad pontevedresa en la que el pasado lunes José Luís Abet mató a su exmujer, exsuegra y excuñada en presencia de sus hijos, de cuatro y siete años, momentos antes de confesar el crimen ante la Guardia Civil de Ames (A Coruña). ç

A pocos metros del lugar en el que el asesino confeso cometió este crimen machista, en esta jornada centenares de personas han trasladado el pésame a la familia de las tres asesinadas. Un pueblo que ha reaccionado exigiendo justicia y que ha salido a la calle en masa exigir justicia para María Elena, Alba y Sandra..exsuegra, excuñada y exmujer de Jose Luis Abet, su asesino confeso, ahora en prisión acusado del triple asesinato.

La familia de este también ha expresado su dolor. Su hermana ha querido pedir perdón a todos. "Los siento mucho", aunque también ha tratado de dulcificar el carácter de su hermano. Aún no concibe que el más payaso de la familia, el que la hacía reír, un santo para su propia madre, haya cometido este acto atroz.

No les entra en la cabeza que ese hombre que adoraba a sus hijos, que no consideraban agresivo, haya hecho esto. Pero eso no le impidió disparar delante de sus propios hijos contra su madre, de quien se había divorciado el año pasado. La relación parece que había entrado en una espiral que no indicaba nada bueno. La familia de José Luis reconoce que tras su relación con Sandra, José Luis cambió, "decía que ella era su familia" y que tenía ahora dificultades para ver a sus hijos.

No es tan dulce en sus comentarios su hijo mayor, fruto de un matrimonio anterior que dice "sentir vergüenza" de su padre tras la aberración cometida.

Mató a sangre fría

Lo cierto es que el análisis frío de los hechos deja en evidencia que José Luis mató a sangre fría y a conciencia. Ni María Elena, ni Alba, ni Sandra pudieron defenderse: recibieron 15 tiros delante de dos niños de 4 y 7 años, únicos testigos de un crimen que ya han revivido ante el juez mientras Valga despedía para siempre a su madre, a su tía y a su abuela. En el mismo cementerio donde hace seis meses los vecinos de Valga enterraban a María José Aboy, otra víctima de la violencia de género. Valga vuelve a llorar aunque hay un hombre, Fernando, que es la imagen del dolor. El hombre al que hoy hay que arropar.