Las fuerzas de seguridad encontraron el cadáver del pequeño Gabriel Cruz, desaparecido hace trece días en Las Hortichuelas, en Almería, en el maletero del coche que conducía Ana Julia Quezada, pareja de Ángel Cruz, padre del menor.
La detención se produjo justo en ese momento. Ahora los agentes tienen 72 horas, desde su arresto, para interrogarla e intentar esclarecer los motivos, de ser ella la culpable, que le llevó a acabar con la vida del pequeño. "¡No he sido yo! Yo he cogido el coche esta mañana", gritó en el momento de la detención la actual pareja del padre de Gabriel.
Al parecer, la mujer había sacado el cuerpo de un pozo esa misma mañana y se disponía a trasladarlo a la Puebla de Vicar, a unos 70 kilómetros del lugar donde desapareció el niño, donde residía con el padre de Gabriel, tal y como informó el Ministerio del Interior.
De este modo, la mujer de origen dominicano que llevaba en el maletero de su coche el cadáver de Gabriel ha pasado su primera noche en dependencias de la Guardia Civil. En todo momento, la que ha sido la pareja del padre, se ha mantenido al lado de la familia durante los días en los que se ha buscado a Gabriel, y nadie ha llegado a sospechar de ella. Incluso llegó a mostrar su aparente preocupación delante de las cámaras, una actitud que era de lo más normal en este tipo de casos.
De Ana sabemos que tiene al menos 35 años y es de República Dominicana, que llevaba poco más de un año con Ángel y que llegó a Níjar, Almería, con su anterior pareja desde Burgos. Ahora se revisa todo su pasado allí. Se ha confirmado que tiene una hija mayor de edad que sigue viviendo en Burgos y se analiza otro oscuro capítulo, la muerte de una de su otra hija, que falleció tras caer por una ventana cuando tenía cuatro años.
"TENÍA ESPERANZAS DE ABLANDARLA"
Patricia Ramirez, la madre de Gabriel Cruz, ha realizado en dos radios sus primeras declaraciones tras el hallazgo del cádaver en el maletero y la detención de Ana Julia como la presunta autora del asesinato de Gabriel.
Así, ha hablado en Herrera en Cope y en el programa Más de uno de Onda Cero. "Tenía la esperanza de ablandarla y de que se viniera abajo. De que en algún momento lo soltara. Por eso, apelábamos a su conciencia en nuestras comparecencias", ha explicado en el espacio dirigido por Carlos Herrera.
INVESTIGADA DESDE QUE ENCONTRÓ LA CAMISETA
Pendientes ahora del resultado de la autopsia, que determinará cómo y cuándo se produjo la muerte del pequeño. Los investigadores llevaban días siguiendo de cerca a Ana Julia Quezada. Concretamente desde la aparición de una camiseta interior del menor junto a una depuradora junto al Barranco de Las Águilas, en la barriada de Las Negras.
Las sospechas sobre la detenida como presunta autora de los hechos se acrecentaron el día que encontró la camiseta. El padre iba con ella pero no presenció la escena. Ángel Cruz no dudó de la versión de su novia que llegó a decir que se cayó por un terraplén asustada al ver la prenda. Sin embargo los agentes de la UCO buscaron las imágenes que grabó una cámara de un hotel próximo, y vieron cómo su coche se dirigía horas antes a ese mismo lugar. Sospechan que iba a dejar la camiseta de Gabriel.
La Guardia Civil busca un móvil para el crimen. Un vecino, padre del mejor amigo del pequeño, asegura que no le gustaba estar con Ana, por lo que podríamos estar ante un suceso motivado por los celos. A pesar de esa teoría, en el momento de la detención Ana Julia gritó que ella quiere al pequeño. Sus primeras palabras fueron que alguien había colocado ahí el cadáver de Gabriel Cruz.
PRIMERAS CONTRADICCIONES DE ANA JULIA
Ana Julia vistió a Gabriel en la casa de su abuela en la Hortichuela de Níjar (Almería) el 27 de febrero, víspera del Día de la Andalucía y festivo en esta comunidad autónoma. Dentro de las primeras y protocolarias tomas de declaraciones, esta mujer aseguró que no encontraba su teléfono móvil. Poco después, informó de que había aparecido pero de nuevo alegó que se había extraviado al ser reclamado por los agentes del Instituto Armado.