Los sindicatos Sitcpla y USO, en representación de la plantilla de tripulantes de cabina y pasajeros de Ryanair en España, han convocado una huelga “contra el comportamiento abusivo” de la compañía al conocer que ésta tiene intención de cerrar sus bases en Las Palmas y Tenerife el próximo 8 de enero, así como, posiblemente, de Girona, acometiendo además despidos en general.
Este miércoles, sindicatos y empresa se han reunido en el Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje (SIMA) para conformar la mesa de negociación del convenio colectivo, tras lo cual los representantes de Ryanair han solicitado un segundo encuentro, ya sin mediación, para anunciar los recortes.
Indignado, el secretario general de USO-Ryanair, Gustavo Silva, ha explicado que la huelga aún no tiene fecha, si bien según los plazos de legislación española tendría lugar en septiembre.
Por su parte, Manuel Lodeiro, vocal de Sitcpla, respondiendo a la intención de Ryanair de abordar el cierre de las bases, ha subrayado que “es injustificable el victimismo” de la compañía ante las pérdidas, "siendo una empresa en constante aumento de beneficios" y que, mientras "quiere efectuar despidos" también está "en pleno proceso de reclutamiento de personal con varios procesos abiertos".
La reunión de mediación para constituir la mesa de negociación para el primer convenio colectivo de la aerolínea en España, ha concluido sin acuerdo. USO y Sitcpla critican que los representantes de la compañía aérea hayan intentado modificar el acuerdo firmado el pasado 9 de enero en las bases de constitución de la mesa al incluir nuevas cláusulas, como el traslado de las reuniones de negociación a Dublín.
La compañía ya había advertido en febrero posibles ajustes en sus bases por la evolución del negocio, afectado por la incertidumbre del ‘brexit’, –tras incrementos más moderados que en las temporadas anteriores, y por debajo del crecimiento del 8% previsto en el conjunto de Europa–, así como por el retraso en las entregas del pedido de 30 aviones Boeing 737 MAX, con los que contaba para este verano pero cuyas estregas están suspendidos debido a los graves problemas de seguridad y fiabilidad en el sistema del aeroplano.
En el momento en que presentaron sus cuentas, el controvertido Michael O’Leary, consejero delegado de Ryanair, anticipó en un video que la compañía se verá obligada a acometer despidos, que se aplicarán a finales de septiembre y tras la Navidad, manifestando que a la compañía, que cerró su primer trimestre de su ejercicio fiscal con un beneficio de 243 millones, un 21% menos que el año anterior, le sobran 500 pilotos y 400 asistentes de vuelo.