El sueño de Núria es cambiar los paseos por su playa de Calafell por caminatas en el suelo marciano. No se lo pensó dos veces y se apuntó como candidata al que dentro de 10 años será el primer viaje tripulado al planeta rojo. Serán 24 los elegidos para subir a bordo de naves que se posarán sobre la superficie marciana. Pero antes de emprender el viaje Nuria tendrá que seguir una dura formación. El artífice de esta aventura de película es un ingeniero holandés. A través de un ‘reality show’ recaudará los fondos para convertir en marcianos a los que estén dispuestos a viajar hacia lo desconocido sin billete de vuelta. Pero para esta bióloga, ser de las primeras habitantes de Marte compensa incógnitas como los efectos de la radiación o la gravedad marciana en el cuerpo humano. Por eso una vez establecido el primer asentamiento la misión se ampliará con 4 personas más cada año. A Nuria en Calafell ya la llaman marciana, pero ella tiene los pies en la tierra, y la mirada puesta en el infinito.