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Continúa la investigación en Tarragona sobre la causa de la brutal explosión en una planta petroquímica. Si la empresa cumplió con el protocolo de seguridad. La Generalitat asegura que la compañía no avisó a emergencias. Los alcaldes de la zona mantienen que no sonaron las sirenas. Si se confirman negligencias en la fábrica, algunas fuentes señalan que se podía acusar a Iqoxe de homicidio imprudente.
La clave es saber por qué se produjo la explosión de la fábrica de óxido de etileno y si fueron correctas las actuaciones posteriores. Para ello, los Mossos están registrando las oficinas de la empresa.
La investigación está en manos del juzgado de instrucción de Tarragona. Lo que parece claro es que el aviso urgente a emergencias que por ley debe realizarse, no se produjo nunca.
Los alcaldes de los alrededores sólo recibieron un SMS de la Generalitat, 18 minutos después de la explosión. La única información era extraoficial.
El alcalde de Calonga, Roc Muñoz, dice que debería saberlo con bastante más antelación.
El de Vilaseca, Pere Segura, lamenta que los avisos fueran solo a través de redes sociales o mensajería particular.
Hay 89 sirenas distribuidas por los 39 municipios catalanes situados cerca de empresas con riesgo. Ninguna sonó. Pero casi una hora después de la explosión en la petroquímica, Emergencias pidió a través de Twitter a 300.000 personas que se confinaran.
Si se confirman negligencias o deficiencias en la planta petroquímica, algunas fuentes apuntan a que se le podría atribuir homicidio imprudente.