La persona que encontró el teléfono de Pablo Sierra niega que echase agua oxigenada al móvil

Pablo Sierra continúa en paradero desconocido desde que se le pudo ver por última vez en una calle de Badajoz. Han pasado ya 11 días desde entonces. 'El programa de Ana Rosa' ha hablado con el militar que, mientras paseaba con su perro, encontró el teléfono móvil del joven estudiante.

Los agentes centran la búsqueda del desaparecido en el río Guadiana y los buzos de la Guardia Civil trabajan con la hipótesis de que Pablo pudo caer al agua accidentalmente y ser arrastrado por la corriente. Investigan cada tramo y buscan cualquier pista que pueda ayudar a esclarecer el caso. Una de las zonas rastreadas es donde se halló el móvil del joven, que apareció lleno de sangre.

"Yo no eché agua oxigenada al móvil de Pablo"

El militar confiesa al programa de Telecinco que salió a pasear a su perro alrededor de las 20:30 horas de la tarde y ahí fue cuando encontró el teléfono de Pablo Sierra: "Vi una luz y el móvil, escuché el ruido, me quedé parado por si había alguien, a la segunda llamada me acerqué, vi que tenía más de 20 llamadas perdidas y estaba manchado".

Explica que "lo cogí y dije: 'Me he encontrado este teléfono, me imagino que lo han perdido'. Estaban muy asustados, me decían todo el rato 'Pablo, Pablo, Pablo'. Me contaron que estaba desaparecido". "Les di mi número particular, mandé la ubicación y empezaron a venir los familiares. Yo llamé al 112, me derivaron a la Guardia Civil y a la Policía Nacional", detalla sobre el momento del hallazgo.

"Usé la linterna del propio chaval porque yo no tenía casi batería y me puse a buscar al chico. En ese momento miré el móvil, dije 'esto va a ser sangre' y me manché la mano porque no estaba seca", confiesa el testigo.

Al observar que la sangre estaba húmeda, el militar asegura que se puso "a buscarlo por si estaba herido, estuve como dos horas haciendo batidas con la Policía y Bomberos". Lo que ha querido dejar bien claro es que "yo no eché agua oxigenada al móvil, me eché agua oxigenada en la mano manchada de sangre, ya con la Policía y Cruz Roja, pero no en el móvil".

Por último, añade que "no alteré el móvil, no dejé a nadie que lo hiciese. En el momento que vino un policía con guantes y me dijo 'dame el móvil', se lo di".