Lo cuenta el diario Las Provincias que recoge la denuncia de Enrique Vila, abogado y presidente de SOS Bebés Robados quién se pregunta por el paradero de la bebé tras no hallar sus restos el pasado lunes en la tumba dónde se creía que estaban enterrados.
Fue un hermano de la menor el que, ante las sospechas de que se tratase de una “muerte fingida”, autorizó la apertura de la tumba y la exhumación del cuerpo. El proceso contó con la presencia de un forense.
La apertura del féretro deparó la sorpresa mayúscula de estar ocupado por los restos de un varón adulto en vez de los de la niña supuestamente fallecida. Los datos que obran en el Registro Civil, según informa Las Provincias, aseguran que en la menor falleció aunque no se aporta ningún certificado de defunción.
Las investigaciones también han sacado a la luz que el varón falleció con anterioridad a la fecha del óbito de la menor y que las siglas que aparecen en la lápida coinciden con las de la niña.