La policía investiga en los diarios de Rosario Porto para saber por qué se quitó la vida o asesinó a su hija

  • El juez que llevó la instrucción recibió la noticia de su muerte con sorpresa

  • Dejó la celda ordenada como nunca dicen desde la prisión

  • Porto fue al recuento de la mañana pero no al desayuno.

La policía investiga en los diarios de Rosario Porto porque quizá pueda explicar las razones de su presunto suicidio o por qué asesinó a su hija. El juez que llevó la instrucción recibió la noticia de su muerte con sorpresa. Ni ella ni Alfonso Basterra confesaron nunca las razones del crimen. Los investigadores solo tienen intuiciones que ahora ese diario puede arrojar luz. En los últimos momentos de su vida su abogado, era su único amigo, a él le decía que no quería vivir. En declaraciones al Programa de Ana Rosa ha declarado que no entiende "como puede producir un suceso como este en un centro" pero matizando que "tampoco quiero prejuzgar a nadie porque no tengo datos que me permitan hacer ningún tipo de valoración ni positiva ni negativa en cuanto a cuidados o medidas". Fue al llegar a la prisión de Ávila cuando Rosario mejoró y le quitaron el protocolo antisuicidio. Se quitó las canas, se compró cremas de belleza otra vez. Y pidio estar sola en una celda

Con la investigación en pleno desarrollo tanto judicial como de Instituciones Penitenciarias, este jueves 19 de noviembre el programa Ya es mediodía, que conduce en Telecinco Sonsoles Ónega, contactaba con una funcionaria de la prisión de Brieva testigo de los últimos días de vida de la madre de Asunta y quien encontró el cuerpo sin vida de Rosario. La funcionaria describía los últimos tiempos de Porto en la prisión, asegurando que pasaba el tiempo "haciendo crucigramas, leyendo, ya que no participaba en ninguna actividad".

Pese a ello, reconocía que el fatal desenlace, su suicidio, "ha sido una sorpresa para nosotros y para los internos". Rosario Porto no recibía la visita de ningún familiar, "solo su abogados y alguna amiga", explica esta funcionaria. Rosario había guardado sus pertenencias en bolsas de plástico. Lo tenía todo ordenado, limpio. Estaba claro que sabía que esta vez sí se iba para no volver. Nunca antes habíamos visto la celda así de ordenada".

Porto fue al recuento de la mañana pero no al desayuno. La policía piensa que esperar a que las presas se despertaran podría significar que solo intentaba llamar la atención de nuevo y se le fue la mano. En los anteriores intentos avisó a las presas. Solo hay una distorsión. Era caótica y desordenada. Pero la celda la dejó completamente recogida. Para despedirse tal vez.