Azucena tiene tres hijos. Hace un año fue desahuciada y ahora vive gracias a la solidaridad de dos “ángeles de la guarda”, como ella los llama. Son dos personas que desinteresadamente le ayudan a sobrevivir. Uno de ellos le ha prestado la casa en la que actualmente vive junto a sus tres pequeños. El otro, le envía todos los meses 400 euros.