El presunto asesino de Úbeda había pedido este lunes para mudarse con su familia a su nueva casa

  • Sus compañeros de trabajo lo veían deprimido y desaliñado

La localidad jienense de Úbeda vive sus primer día de luto oficial por el triple asesinato machista de este domingo cuando un varón se habría suicidado tras presuntamente asesinar a puñaladas a su mujer y a sus dos hijos, uno de ellos menos. Según informa el diario ABC, el hombre había pedido este lunes libre para realizar una mudanza pues acababan de trasladarse a esta localidad.

Fuente consultadas por el citado medio aseguran que sus compañeros lo notaban deprimido y desaliñado aunque siempre hablaba bien de su mujer y sus hijos. También han descartado problemas económicos ya que acababa de vender un olivar que había heredado y sus hijos parecían encontrarse felices en su nuevos centros escolares. Además, en la localidad ubetense, su mujer tenía una hermana y, según sus vecinos, llevaban una vida familiar aparentemente normal.

La alarma saltó alrededor las 8,20 horas de este domingo cuando la sala del 112 recibió dos llamadas de alertantes. La primera informaba de un agresión con arma blanca y la segunda de que una persona se había arrojado por un balcón.

Tras personarse en el lugar de los hechos, agentes de la policía hallaron en la vía pública a un varón fallecido "al parecer por precipitación desde el un cuarto piso". También encontraron en el rellano a un "joven malherido" en el domicilio de unos de los vecinos y en la vivienda donde residían localizaron "a una mujer fallecida en el salón con heridas de arma blanca".

En una de las habitaciones había un menor de edad también fallecido con heridas de arma blanca, según ha informado la Delegación del Gobierno. Finalmente, el menor de edad que se encontraba herido pero con vida fue trasladado a un centro hospitalario, donde falleció.

Esta misma fuente ha señalado que no existían antecedentes ni denuncias por violencia de género en 'Viogén' y el varón precipitado y presunto autor de los hechos tenía 52 años y era el marido de la mujer y padre de los menores asesinados.