Todo empezó en noviembre, hace algo más de cuatro meses, cuando Alex Lewis de Stockbridge, Hampshire (Reino Unido), de 34 años, comenzó a sufrir lo que al principio parecía un resfriado común. Sin embargo los síntomas empeoraron y fue entonces cuando le diagnosticaron una infección de la sangre causada por estreptococos de grupo A en el hospital Royal County en Winchester, en el condado de Hampshire al sur de Inglaterra.

Esta bacteria normalmente es inocua y el cuerpo la suele filtrar, pero en el caso de Lewis acabó convirtiéndose en septicemia y él sufrió el síndrome del choque tóxico, Los médicos le dieron entonces un 3% de posibilidades de sobrevivir.

Pese a todo, Lewis ha conseguido salir adelante y aunque haya perdido sus dos piernas y un brazo y parte de sus labios, ya está en casa y ahora mira al futuro con esperanza y agradecido de seguir vivo. "Soy tan afortunado. Me siento muy positivo porque cada día es más fácil", declara Alex, según recoge el diario 'DailyNews'.

Además, Lewis y su familia cuentan con el apoyo de familiares, amigos y desconocidos. De hecho, además de las incontables cartas de aliento Alex ha recibido casi 40.000 euros en donaciones de todo el mundo.