Jorge Javier Vázquez: "No me esperaba que de la noche a la mañana todo pudiera derribarse"

Jorge Javier Vázquez ha confesado no estar atravesando su mejor momento. El presentador de 'Supervivientes' ha escrito en su blog de 'Lecturas' una dura reflexión sobre la dureza del paso del tiempo, la vida, la edad, las enfermedades y hasta la muerte.

"En diciembre le contaba a Bertín Osborne que estaba viviendo uno de los momentos más felices de mi vida y, en marzo, sufro un revés de salud. Poco tiempo después, mi mejor amiga está a punto de morir, uno de mis mejores amigos lucha contra una terrible enfermedad tras ser operado de urgencia, y otra persona muy querida tres cuartos de lo mismo", escribe el conductor de 'Supervivientes' y 'Sálvame', que señala que la muerte ha pasado de ser una idea a convertirse en una realidad muy cercana.

Jorge Javier es consciente de que las enfermedades están haciéndose más presentes en su grupo de amigos y que la palabra "cuidarse" ha cobrado otro significado: "Me cuesta aceptarlo porque todo ha venido de sopetón. No me esperaba que de la noche a la mañana todo pudiera derribarse tan fácilmente", confiesa.

Sin embargo, el presentador de Telecinco, fiel a su característico positivismo, sabe cómo sacar el lado bueno de las cosas: "Intuyo que después de esta época de transición que estoy viviendo, aparecerá otra llena de luz y color. A los 49 me he dado cuenta más que nunca de que la vida es una tómbola".

El presentador se encuentra en plena forma, eso es evidente. Gracias a una cuidada alimentación y al ejercicio diario, consiguió bajar hasta 15 kilos. Sin embargo, hay veces que esto no es suficiente para aceptarse y aprender a quererse a uno mismo. Jorge ha narrado un episodio en el que se tuvo que hacer frente a su imagen frente al espejo.

"Había espejos por todas partes y veía mi cuerpo reflejado desde diversos ángulos. Una visión 360, que diría Paquita Salas. Me costó reconocerme". Jorge ha explicado que el cuerpo que le "devolvía el espejo" no casaba con su mente. Pero en vez de rebotarse con el mundo, se reconcilió con lo que allí veía: "La batalla contra el tiempo está perdida, así que mucho mejor negociar con él, aceptar concesiones, saber que pierdes en algunas cosas y ganas en otras", ha concluido.