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Gustavo González y su socio, Diego Arrabal, han perdido la batalla judicial con Mariló Montero y su sociedad ha sido condenada a pagar 340.000 euros por atentar contra el honor de la presentadora. El colaborador se declara “muy preocupado” en ‘Sálvame’ pero decidido a continuar la batalla judicial: “Apelaremos”.
“Yo sigo creyendo en la justicia”, decía el colaborador de ‘Sálvame’, que pedía cautela: “Habrá que esperar a que la sentencia sea firme, apelaremos”. Además, matizaba que la demanda y su sentencia es contra una sociedad de la que él es responsable jurídico junto a Diego Arrabal: “Estoy seguro de que el recurso va a prosperar”.
La sentencia les condena por fotografía en topless a la presentadora, que estaba de viaje en Bora Bora con una amiga. Se considera que estaban en una propiedad privada dado que estaban en una villa en la isla. Sin embargo, no es solo por este reportaje, también es por otro reportaje que la presentadora hizo con parte de su familia y amigos a Maldivas.
Ninguna revista publicó estas fotos, pero la sociedad también ha sido condenada por las informaciones y especulaciones que se derivaron de la información. En total, se les condena a pagar 50.000 euros por el reportaje de Maldivas, 75.000 por el de Bora Bora y 90.000 más “por los daños derivados de la divulgación y publicación de las falsas insinuaciones sobre su condición sexual en medios de comunicación”. 265.000 euros de indemnización para Mariló además de 75.000 para la mujer que la acompañaba.
En ‘Cuatro al día’, la presentadora apuntaba que la cantidad es alta porque son varios los delitos y les acusa de haberla “perseguido de forma continuada”. Además, advertía que ellos pueden recurrir pero que ella también va por la vía penal y la condena podría ser de seis años de prisión, inhabilitación y la misma indemnización económica: “¡Qué más hubiera querido yo que esto no hubiera pasado jamás! Pero me han obligado a hacerlo”.
Tras escuchar estas declaraciones, Gustavo González respondía que “respeta” la justicia, pero espera que el recurso prospere. Además, niega haber protagonizado ninguna persecución: “Jamás he hecho una foto a Mariló, me lleva a juicio primero por el reportaje de Bora Bora, que nunca se vendió, esas fotos las tuvo el director de una revista que se la facilita a ella”.