El enfado de José Antonio León siguió tras el directo: "Es alucinante ver cómo a la gente se la sopla todo"

El enfado de José Antonio León siguió tras el directo: "Es alucinante ver cómo a la gente se la sopla todo"
Imagen del perfil de Instagram de José Antonio León
telecinco.es
  • El reportero de 'Sálvame' se rompió durante su primera conexión a pie de calle tras el inicio de la crisis del coronavirus

  • Se quejaba de la gente que no respetaba las medidas de distanciamiento social

  • En pleno directo pedía prudencia a una mujer que se le acercaba

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“Me emociono”, decía José Antonio León con la voz rota en plena conexión. El reportero de ‘Sálvame’ trabajaba por primera vez a pie de calle tras 50 días de teletrabajo y no podía evitar sentirse “agobiado” por la cercanía de la gente eludiendo así las medidas de prevención para evitar el contagio del coronavirus. De hecho, riñó a una mujer en directo pidiéndole una separación de al menos dos metros.

José Antonio León, a punto de llorar durante una conexión por la actitud de la gente: “Estoy agobiado”
José Antonio León, a punto de llorar
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Y el enfado del reportero siguió después. Con el hashtag #becerrismonacional publicaba en stories un vídeo en el que vemos a mucha gente paseando por la calle sin respetar las medidas de distanciamiento social. Lo grababa desde la parte de atrás del coche en el que iba y su enfado era el mismo que el del conductor: “Es alucinante”.

En otra de las imágenes, el reportero se mostraba agradecido con los medios de comunicación que se han hecho eco de lo sucedido: “Gracias a todos por el apoyo, pero es alucinante ver cómo a la gente se la sopla todo”.

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La publicación en stories de José Antonio León

Además, ha querido publicar una foto del día de su regreso al trabajo de calle reconociendo a los compañeros que no han dejado de trabajar durante la crisis por el coronavirus: “Es un coñazo, enhorabuena a los compañeros que durante estos días han trabajado en la calle porque en estas condiciones no puedes ni ir al baño ¡Mie*** de COVID!”

Y terminaba con una queja a modo de advertencia: “Ahora, a seguir haciendo el becerro y que esto no acabe hasta navidad”.