16.00 – 0.00 | La casa sin Adara (otra vez)

Luis cuenta importantes detalles sobre acción de gracias, tales como "se reúne toda la familia". Suena la música y calienta la comida en el horno.

Suena Dua Lipa. Todos cenan mientras comentan los videoclips de los artistas que suenan.

Suena Maneskin y Luca se pone muy contento al escuchar a sus compatriotas. Ya hemos abandonado el tema de música americana.

Y en esta dinámica nos despedimos por hoy y hasta el lunes. José Comas se encarga de la tarde.

¡Buen fin de semana!

Suena música y les dejan salir. ¡Será una fiesta de acción de gracias. Primero Halloween y luego esto. En fin: los Gemeliers están entusiamados ante la posibilidad de comer cositas ricas y jugar al fútbol americano, ya que les han proporcionado unos uniformes.

Ya vemos comida en platitos con la correspondiente bandera de los EEUU. Vamos a ver qué juegos les proponen. De momento la musiquilla suena con ciertos tintes sureños.

Con un titánico esfuerzo, Sandra y Julen se incorporan al resto, aún sin uniformar. Cristina lee la prueba y lo esperado. Les sugieren jugar al fútbol americano, pero Gemeliers dan con algo más divertido y apropiado: hacer un concurso de celebraciones de fútbol americano.

¿Habrá fiesta? A ver, seguramente sí, pero en estos momentos seguimos vagueando con ellos. Especulan con la posibilidad de cenar tortilla de camarones, algo que Luca nunca ha probado. Pues ojalá.

Rollán ahora comenta que Luca parece "La de Mafalda con la manta", confundiendo esta tira con la de Carlitos y Snoopy. Lo vamos a dejar pasar esta vez.

Seguimos esperando que pase algo. Cristina retoza con Luca y ya se atreve a darle un piquillo, mientras Gemeliers hablan de sobrasada.

Cristina, con la incercia, pues se pone a limpiar la cocina. Ya hemos visto que Luca está más por jugar, pero al final , acaba colaborando y barriendo la cocina.

Mientras, en el dormitorio, vemos que Gemeliers y el resto están roncando a pierna suelta. Que vidorra.

Al rato aparece Luca OYEEEE y Cristina, y se ponen a hablar de la fiesta. ¿Fiesta? En realidad, a estas alturas, querrían pizza y peli. No creemos que pasae, pero...

¿Qué películas les molaría ver?

A Cristina, El secreto de mis ojos.

A Luis, Las perseguidas al catre, ojito con esta referencia ultraoscura a un subproducto de serie S.

A los Gemeliers les molaría una de miedo, de Expediente Warren por ejemplo.

Luca llega para ayudar con la limpieza del baño. Mientras tanto, van charlando acerca de canciones italianas, y a flirtear de vez en cuando. Finalmente y después de sacar el rollo de papel de cocina del cuarto del inodoro, Cristina se arma con guantes, el bote limpiador y... comienza a limpiar los lavabos, pero a continuación se enfrenta con el trono de cerámica blanca.

Mientras tanto Luca, que ha esquivado esa bala, barre el suelo del baño. Ahí van charlando sobre expresiones en italiano y cómo alguna palabra coincide con el catalán. A Cristina le sorprende, pero el caso es que la aproximación geográfica es evidente, y buena parte del territorio italiano formó parte de la Corona de Aragón, aunque este es un dato que aporto yo.

La periodista deportiva remata la sala fregando el suelo, y según sale de esa sala hace una parada para empezar una lavadora. Caminando por el pasillo se encuentra con un grito de Dani a Luca, y es que mientras que el gemelo cantante está pasando la aspiradora por el vestidor, el italiano le estaba desenchufando la aspiradora desde el salón. Al menos, entre juegos, ellos también están colaborando con la limpieza de la casa.

Luca le sigue dando vueltas a la historia que le contó a Cristina alrededor de su “random” como “aleatoriamente”. Él defiende su “casualmente” pero efectivamente no es exactamente lo mismo. A Cristina le sienta un poco mal que Luca busque segundas opiniones alrededor del idioma como si no confiara del todo en su palabra. Tras esta pequeña polemiquilla Cristina continúa su labor en la lavandería.

Después pasa a revisar el baño en compañía de Luca y con las aguas apaciguadas, y los dos van recogiendo el baño. Cristina se queja de tener que encontrarse con albornoces usados y tirados allí. Luca agarra a la periodista por la cintura y le planta un beso bien dado, parece que van a comenzar una nueva sesión de amor pero el deber llama y se queda en un tira y afloja momentáneo.

Dani está barriendo la cocina. Por lo menos Cristina no es la única que trabaja por el bienestar común. Durante unos instantes charla con Porta, que se pregunta dónde está la gente. El gemelo le responde que dispersos por la casa o descansando, que Luis se está echando otra siesta, a lo que añaden que les sorprende su capacidad para dormir. Cristina regresa al baño para ir limpiando las puertas de cristal o la mesa de los tocadores. Eso sí, sigue estando pendiente “la habitación del pánico”, es decir, el inodoro.

Luca y Cristina continúan comentando acerca del abandono de las tareas del baño. Asumen que probablemente ellos se encarguen de ello. Otros comentaron que también deben recoger el salón antes de la fiesta que, previsiblemente, se celebre esta noche. En realidad también tienen que darle un repaso al vestidor. En general toda la casa necesita que le den una vuelta.

La pareja continúa con su merienda completando con una granada y ya pasamos a las carantoñas, ahora ya liberadas y a otro nivel. Dejan ese asunto un poco a un lado y valoran opciones para jugar esta noche mientras se van pasando la bola de la responsabilidad de limpiar el baño.

Cristina pregunta por las pistas que desbloquearon ayer Gemeliers: el libro El amante, una señal de prohibido...

El equipo despierto acude al dormitorio a avisar al equipo de la siesta de que tienen galletas caseras para merendar. También presentan al nuevo Miguel. Desde la cama Luis, Luca y Cristina comen su primera galleta pero la idea es que todos compartan la merienda en la cocina.

Parece que, definitivamente, las galletas se salvaron y en la casa se celebra el resultado final. Miguel pregunta si sería discutible que machacara la galleta dentro del café, y Luis le indica que sí que lo sería, evidentemente.

Hay un buen ambiente en la cocina. La idea de Sandra era buena. Eso sí, toca hablar de temas importantes pero incómodo, y es que parece que hace cuatro días que nadie limpia el baño y está en unas condiciones muy lejos de la ideales. Luca comenta que entiende que Gemeliers han estado cocinando, pero que él mismo también lo puede hacer y, de hecho, lo hace de vez en cuando. Ahora queda por ver quién es el valiente que se enfrentará a esa titánica tarea atrasada...

Se va avanzando en el corte de pelo de Miguel. Finalmente Frigenti acepta el consejo de Sandra de que se le recorte el pelo con el nivel 3 y así evitar un trasquilón que tiene. “Adara, resérvame cita para la peluquería el viernes”, dice en voz alta Miguel bromeando.

De pronto Dani le pone la mano en la nariz a Miguel, este reacciona apartando la cabeza. Al mirar a su alrededor ve a Julen y Sandra utilizando sus sudaderas a modo de mascarilla pues parece que el plan del gemelo pasó por restregarle a Miguel una ventosidad por la cara...

Continúa el trabajo de ajuste con las discusiones a gritos habituales entre Gemeliers, sobre que en qué momento se le ocurriría a Miguel pedirle a Jesús que le cortara el pelo cuando no tiene habilidad para ello. En uno de los últimos ajustes Miguel pide que le recorten mejor por los lados para evitar que tenga la cabeza menos redonda. Dani toma el control de la máquina corta pelo y procede a realizar los ajustes que cree pertinentes.

De nuevo, se acusa a Dani de haber liberado otra ventosidad. Dani lo niega y Sandra empieza a sospechar de su querido, al que recrimina que si ha sido él, justo ella estaba apoyada en su regazo. Miguel hace ademanes de tener arcadas producidas por el olor, mientras Julen sigue afirmando su inocencia.

Una vez superada el olor y la polémica, se da por terminado el trabajo sobre la cabeza de Miguel, y él parece muy satisfecho y le agradece el trabajo realizado a sus compañeros.

Finalmente parece que las galletas se salvaron. Sandra propone que merienden todos en la casa dejando los malos rollos a un lado y que va a hacer una convocatoria, pero antes... se procederá al corte de pelo de Miguel Frigenti.

Jesús procede a pasarle la maquinilla a Miguel. Discuten acerca del nivel al que deben recortar. De repente, Daniel grita porque ve que su hermano tiene un ojo rojo. Miguel le responde que sí, que tiene un ojo irritado. Deberá pedir un colirio y ya está. Que basta de andar buscando enfermedades todo el tiempo, que no sabe cómo le aguanta su novia.

Poco a poco se le va dando forma al nuevo corte de pelo de Miguel y sus compañeros parecen satisfechos con el resultado.

Continúan las labores en la cocina y Jesús recuerda los primeros días en los que cocinaban para 17 personas, que tiene su mérito. No eran raras las peticiones personales con la comida y eso dificultaba el trabajo aún más.

Sandra comenta que le gustaría hacer mermelada, algo que ya había comentado alguna vez. Y poco a poco Miguel se ha ido animando y comenta con Dani sobre los avances con el tinte. Ahora se está planteando raparse la cabeza, aunque es más un corte de pelo que un rapado completo. Jesús no quiere hacerlo hoy, de todos modos.

¡Polémica! Según Julen las galletas se han quemado, pero según Dani todavía se están haciendo y están en su punto tostado... Jesús también apuesta por la teoría de que se han quemado y, como de costumbre, comienza a discutir con su hermano. ¿Cuál de estas dos opciones se ajustará más a la realidad?

Luca y Cristina juegan en el jardín mientras Jesús comenta acerca de qué ocurrirá cuando termine el concurso. Él comenta que le gustaría que mantener el contacto con muchos de sus compañeros. Luis le comenta que se hará un grupo de WhatsApp que administrará él y que les enviará todas las guarrerías que tiene.

Julen le comenta a Jesús sobre un sueño recurrente que ha tenido tres veces en tres siestas que se ha echado hoy. En realidad era una situación cotidiana dentro de la casa, pero llegaba Dani y se peleaba con él jugando.

En la cocina Sandra testá con el proceso de creación de galletas. Allí llegan Gemeliers y se unen en la elaboración, y es que la cocina les puede. Julen les acompaña y Miguel se ha pasado por allí para prepararse una infusión. Por lo menos decide sentarse con ellos para tomárselo.

Poco a poco se van preparando las galletas pero no sin que falten algunos gritos, especialmente entre los hermanos. Vuelve la conversación acerca del grupo de WhatsApp posterior, y la idea de ir nominando a los miembros que no participen.

Sandra charla con Dani, mientras le arregla las uñas, cómo ella apenas ha recibido visitas, porque lo cierto es que la visita de Tom de la semana pasada no es que fuese algo que ella hubiese solicitado...

En el dormitorio, Miguel continúa hundido en su cama. La disculpa de Luca fue aceptada pero eso no quita que continúe sintiéndose solo en la casa, y lo hace estando nominado por segunda vez y después de que ya fuera expulsado.

En el patio Luca continuaba dándole vuelvas al programa televisivo en compañía de Jesús, Luis y Julen, que están descansando abrigados no vaya a ser que el frío les pille a traición.

En el jardín Luca y Luis repasan el programa que han realizado esta semana entre risas. Luca admite que viéndolo a través de la pantalla se dan cuenta de que deberían tener la casa más limpia. También le sorprende que la revelación de haber dormido desnudos no ha causado mucho impacto. Sandra lo puso en duda, pero poco más. También charlan acerca de la gala de ayer, en la que se alcanzó un récord de votos.

Poco a poco, y acompañados de la música, Luis comienza a quedarse frito. Miguel también se toma un descanso, pero lo hace solo en el dormitorio. Ensimismado en sus pensamientos, comienza a emocionarse y a notarse nervioso. Y mira que, por lo menos esta tarde, las relaciones en la casa por lo menos son diplomáticas. Finalmente rompe a llorar y se tumba boca abajo.

Luca pasa por allí, se da cuenta de la situación, e intenta hablar con él. Miguel le comenta que está bien, que gracias, que le apetece estar así. Luca pregunta si echa de menos a Adara y Miguel finalmente asume que así es. Luca le comenta que durante la gala se discutió, se exageró, pero que ahora le toca convivir y que se disculpa de algún comentario fuera de lugar que pueda haber sucedido. Miguel reacciona positivamente.

Comienza la revisión meterológica a cargo de Luis Rollán y Miguel Frigenti. Miguel comenta sobre lo conveniente de seguir utilizando mascarilla, y no sólo por la covid-19 sino también porque evita que se propague la gripe común.

Luis, con el sentido de común que le caracteriza, hace unos comentarios bastantes personales sobre lo que le parece el clima que estamos viviendo. Indica que por lo menos en Huelva todavía necesitaremos gafas de sol. Miguel acompaña con su paraguas y comenta: “En esta vida tiene que haber tiempo para todo”. ¡Qué razón tiene! "Después de la tormenta siempre llega la calma", apuntilla Luis acerca del clima que les espera en Canarias. Después se inventa un par de "marejadillas" sólo porque le apetecía decir esa palabra.

Desde luego son los meteorólogos más informales que hemos podido ver en televisión, pero para eso son estas ocasiones y estas pruebas a las que se somete a nuestros concursantes. La predicción termina con una despedida haciendo referencia a grandes parejas de rubias y morenas: las de ABBA, Baccara, Sonia y Selena...

Miguel Frigenti pasa su primera tarde como repescado sin su amiga Adara, y lo hace aislándose un tanto de sus convivientes. Finalmente se acerca a la cocina donde coincide con Dani, Sandra y Luca, con los que hay un trato normal, pero no es lo mismo...

En el jardín Sandra y Dani disfrutan de cómo se ve el cielo en el atardecer de Guadalix. Además, desde el programa les están pinchando música de su gusto y ellos lo agradecen. Luis se suma al grupo y desde la megafonía les avisan de que en breve se realizará la emisión de El tiempo en el canal de televisión de La casa de los secretos.

Continúa Amor con verduras, el magazine presentado por Luca en el que, esta vez, Luis Rollán regresa como adivino para darnos las predicciones del horóscopo. Hay una influencia notable del gran Carlos Jesús. Luca bromea comentando que le dará un dinero si a su signo, Capricornio, le espera un buen destino, y es que Luca está nominado esta semana y lo va a necesitar...

Aires de obra teatral de colegio durante esta prueba en la que los concursantes están improvisando su programa de televisión.

Realizando el programa televisivo que supone la nueva prueba, Cristina y Luca revelan como noticia en exclusiva que tanto ellos dos como Luis Rollán han dormido desnudos esta noche. Ese hecho se debe a que, de manera similar a como hicieran en el pasado, hicieron una promesa en caso de que Cristina sobreviviera a la expulsión y Adara abandonara la casa, y así fue. En palabras de Cristina: "Somos personas de palabra".

Luca comenta sobre el riesgo que han sufrido al realizar esta promesa, pues durmiendo uno no tiene control total de la televisión y existía el riesgo de que quedaran registradas algunas "partes nobles". También bromean Cristina y Luca acerca de que si cada uno comprobó si su compañero estaba cumpliendo con las condiciones.

A continuación, podemos ver la conexión en directo del reportero Luis, que está haciendo todo un reportaje sobre los bajos fondos de la casa: el bajo incluyendo el inodoro. Dado el sentido del humor de Luis, que no es ajeno a la escatología, y animado por Luca, no son extrañas las referencias a lo que pudiese encontrarse en las inmediaciones del WC.