Hace 7 años Emma García le pidió a Arantxa Alarcón que se levantase para recibir nuevos pretendientes. Poco podía imaginar la tronista que tras ese desfile de testosterona habría uno de los candidatos que le ilusionaría especialmente y, que después de ocupar un sitio de honor en el trono de 'MYH' volviese ahora como nueva cita de Marina.
Santana llegó con una amplia sonrisa dibujada en la cara y con un regalo para su tronista. El monitor de gimnasio canario era toda una caja de sorpresas y para desbancarse del resto le dio un biquini extra de pequeño a Arantxa que acompañó de una intención de lo más evidente: "por si nos vamos juntos a la playa".
Arantxa no se tomó mal aquella iniciativa y hasta se rió de la poca tela del cuestionado biquini. Resultaba obvio que a la tronista le había gustado Santana y esto se lo confirmó diciéndole que le encantaba su acento y dándole una primera cita en la que el pretendiente aprovechó para llevarla al gimnasio.
Subidos en la elíptica y dándole a los pedales, Arantxa le confesó que era la primera vez que pisaba un gimnasio y que ella era más de deportes de riesgo y Santana en un intento de hacer una nueva broma le dijo que la había traído allí para que así "le entrase el biquini". Una forma de galantería muy poco al uso, pero que para Arantxa pasó de lo más inadvertida.
El resto de la cita se sucedió 'normal', pedaleando donde tronista y pretendiente compartieron sus primeras intimidades y de paso hicieron un retrato robot de cómo sería su chico y chica ideal. Un principio de lo más atípico para enamorarse que paradójicamente le sirvió a Santana para encabezar la lista de pretendientes de la joven tronista.
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