En exclusiva, ‘Ya es mediodía’ ha tenido acceso a la declaración del médico geriatra que atendió a tía Isabel en Oviedo antes de viajar a Madrid. Un especialista que no cree que su deterioro cognitivo tuviera implicación directa en su muerte. Asegura que el deterioro que ella tenía estaba relacionado con su detrimento físico, pero que no podía morir por ese deterioro y confirma que tuvo que existir un elemento que acelerara la muerte: “Posible pero poco probable que el deterioro causar la muerte en poco tiempo”.
Además, asegura que “Isabel fue a la cita acompañada de una señora, que dijo ser su cuñada”, algo importante porque los familiares de tía Isabel aseguran que ellos no sabían que estuviera asistiendo a ningún médico.
Otro punto destacable de la declaración del médico geriátrico manifiesta otro de los supuestos intereses de los acusados sobre tía Isabel y establece que “La familia no determina el diagnóstico de demencia, ya que se necesitan varios elementos médicos para llegar a esa conclusión”.
Un testimonio que nos vuelve a alejar de la hipótesis de envenenamiento, pero que vuelve a remarcar que igual el trato recibido por tía Isabel durante sus últimos años de vida no fue el mejor.