Igor, a Miriam: "No quiero dormir contigo porque me acosas por las noches"

Durante la tarde, Igor no se corta en calentar a Miriam, que le sigue el tonteo de muy buena gana. Pero la noche es otro cantar. Argi y Noe fueron testigos de cómo el vasco huía a su habitación, lejos de las garras de la rubia, la cual respondió a su rechazo con un cariñoso rodillazo en la entrepierna.

Igor las vio tan perplejas que les contó lo que pasaba entre ellos dos. “Ha habido cosas y he dejado las cosas claras y no quiero que vuelva a haber malos rollos”, les susurró con la esperanza de que nadie más que ellas se estuviera enterando de la confidencia.

Como estas chicas no tienen imágenes 24 horas, ni subtítulos, ni, todo sea dicho, el don de la perspicacia, el muchacho, representó lo que desde hace unas noches venía ocurriendo bajo su edredón, ayudándose con elocuentes gestos. “No me ha hecho una p…, pero me ha tocado”, añadió.

Poco después, Miriam volvía a la carga por segunda vez, e Igor declinaba nuevamente la oferta de dormir con ella. “Sí, porque yo le meto mucha mano y ella no se deja. Y entonces tengo miedo de que no pueda controlarme… ¡Me acosas!”, argumentó irónico.

“Que le tocas el pito”, atajó sorprendentemente Noe. Al oir aquello, Miriam se hizo la ofendida mientras jugueteaba con Igor: “No te voy a tocar ni con un puntero láser. Se acabó… (amortiguada con la almohada parece que dice ‘zorrear’). No me vas a hacer más desprecios”.