{{#section.link.href}}
{{section.link.title}}
{{/section.link.href}}
Cuántas veces habremos oído eso de que "solo los mejores llegan a ser esto" o que "si no te esfuerzas más no vas a conseguir aquello". Muchas, ¿verdad? Llevamos una vida muy agitada, en la que la sociedad nos impone un nivel de autoexigencia que a menudo nos supera. Parece que nos obligan a ser los mejores en todo o, al menos, a hacerlo todo casi perfecto para conseguir destacar. Nos exigimos mucho en todos los ámbitos de nuestra vida, trabajamos duro y nos movemos por nuestra vida a un ritmo altísimo, lo que hace que relajarnos, en muchas ocasiones, sea misión imposible.
Esta presión hace que hayamos asumido que el estrés que sufrimos en nuestro día a día sea algo prácticamente normal. Pero, aunque lo normalicemos, lo cierto es que el estrés altera nuestro bienestar y puede llegar a generar problemas como la ansiedad, depresión, diabetes, obesidad o insuficiencia cardiaca, entre otros.
Una de las formas más efectivas de controlar tanto el estrés como la activación mental es modular la respiración, una de las funciones vitales de nuestro organismo que se dificulta con estos problemas. Sin embargo, entrenando nuestra respiración podemos reducir el estrés a través de la relajación para así disminuir algunos problemas como el insomnio, la hipertensión, el asma o el estrés. Por ello, aquí te dejamos cuatro ejercicios que te ayudarán a disminuir el estrés y otras patologías que nos hacen la vida más difícil. ¡Toma nota!
-Técnica 4-7-8
Se trata de un método diseñado por el doctor Andrew Weil, director de Medicina Integral de la Universidad de Arizona, que se ha hecho muy popular. Siéntate con la espalda recta. En esta posición cierra la boca y concéntrate en inhalar todo el aire por la nariz. Cuenta hasta cuatro y aguanta la respiración durante siete segundos aproximadamente. Cuando ya hayas cumplido los tiempos, expulsa la totalidad del aire que esté en tus pulmones durante unos ocho segundos. Lo ideal es espirar el aire de forma que puedas escuchar el soplido, es decir, de forma consistente.
Repite este proceso unas diez veces.
-Respiración diafragmática
También se conoce como respiración abdominal. Su realización es muy sencilla. Posiciónate sentado o tumbado, como te sea más cómodo. Colocando una de las manos en tu pecho y la otra en la tripa, inhala profundamente. La idea es asegurarte, con la ayuda de tus manos, que el diafragma baja, lo que se conseguirá si la barriga se hincha. El reto es conseguir que sea la barriga la que se mueva, evitando el movimiento del pecho.
Repite el ejercicio de 6 a 10 veces aproximadamente para que sea efectivo.
-Respiración alternada o 'Nadi Shodhana'
Posiciónate en una postura cómoda. Tapa tu fosa nasal derecha e inhala todo el aire que puedas por el orificio izquierdo. Cuando ya no puedas coger más aire, tapa tu orificio izquierdo y suelta todo el aire por la fosa nasal derecha. Una vez terminada la espiración, repite el mismo ejercicio, pero empezando a respirar por la fosa nasal contraria. Como ves, se trata de alternar las fosas nasales a la hora de inspirar.
Este ejercicio ayuda a despejar la mente y también es un bueno para la activación de quien la realiza. Haz este ejercicio, de forma alterna, de cuatro a ocho veces.
-Respiración de fuego o Kapalabhati
Este ejercicio es muy energizante. Consiste en comenzar respirando con una inspiración lenta pero profunda, y exhalar el aire de forma rápida y forzada desde el abdomen. El objetivo es aumentar el ritmo de la respiración cada dos segundos, y realizar el ejercicio unas diez veces.
Cabe destacar que, a pesar de los beneficios que tiene su realización, no es recomendable si padeces ansiedad porque puede producir hiperventilación o dolores abdominales.
Hay algo que debemos de tener claro: conocer nuestro organismo es vital para saber cómo nos afectan los problemas externos. Y es aquí donde la tecnología juega un papel muy importante. ¿Te imaginas saber cuál es tu nivel de estrés y aprender a gestionarlo? Pues esto que antes solo estaba al alcance de nuestra imaginación ahora ya es una realidad gracias a Fitbit Sense, lo último de Fitbit.
Sense incorpora un exclusivo sensor EDA que ayuda a medir y gestionar el nivel de estrés, ¡y todo al alcance de la muñeca! Lo primero, es que Sense te ayuda a entender cómo tu cuerpo gestiona el estrés puntuando diariamente la respuesta de tu organismo al mismo. Pero ahí no queda la cosa, porque con la aplicación Escáner EDA de Fitbit Sense detecta tu actividad electrodérmica. Esta app te permitirá ver la respuesta de tu cuerpo al estrés en distintas situaciones gracias a un gráfico detallado que te dará toda la información que necesitas. Además, en tus momentos de mayor estrés, Sense te propondrá mediante notificaciones técnicas de mindfulness para gestionarlo mejor y relajarte instantáneamente.
Y como el descanso también es muy importante para disminuir el estrés y la ansiedad, Sense también te ayuda a cuidarlo. Por ello, incorpora la función Fases y puntuación del sueño, para informarte sobre el tiempo que pasas en cada una de las fases del sueño: ligero, profundo y REM. Así, conocerás si tu descanso es suficiente. Además, Fitbit Sense puntúa diariamente tu sueño para que conozcas mejor la calidad de tu descanso, y así puedas hacer cambios en tu rutina para poder mejorarlo.
En definitiva, los ejercicios de respiración, apoyados en la información de tu Sense, te ayudarán a llevar una vida mucho más relajada y tranquila. ¿A qué esperas a unirte a la moda de la 'salud conectada'?