EL CASO Carlos, el demandante: "Llevo ya unos años trabajando con Pedro, y siempre he trabajado bien y no he tenido ningún problema. Hace un tiempo empecé una relación con una compañera, surgió y nos enamoramos, y a raíz de ahí he tenido muchos problemas con los compañeros, chismorreos y cosas que le iban contando a él que no vienen a cuento".
"Una de estas acusaciones es falsa y dice que nos pillaron a Asunción y a mí practicando sexo en el baño. A raíz de ahí él lo que ha querido es cambiarme de centro de trabajo. Y me parece súper injusto porque es falso".
Pedro, el jefe demandado: "El traslado de Carlos corresponde a una reestructuración de la empresa, a parte de eso yo no voya a consentir que en la empresa haya malestar por su mala acción con Asun. El problema es que mi secretaria, que es de mucha confianza, me ha dicho que ha encontrado a Carlos y Asun practicando sexo en el baño. Obviamente, eso es inadmisible".
EL VEREDICTO
Don Gustavo Larraz, el juez : "He leído vuestros argumentos, los he estudiado, he analizado todo lo que se ha dicho, todas las alegaciones, y como pasa muy frecuentemente en la ley, en la justicia y en el derecho, las cosas no son absolutamente claras".
"Tengo serias duras sobre si el traslado del centro de trabajo de Carlos es una sanción incubierta o no. Pero no puedo prescindir de estudiar y de apreciar el argumento fundamental de Pedro, que ha sido que esa reestructuración no era una sanción, sino que era una necesidad indispensable de la organización de su empresa a efectos de que el departamento de logística al que pertenecía Carlos funcionara mejor".
"Y ese argumento fundamental hace que yo rechace la pretensión de Carlos de volver al puesto de trabajo donde prestaba sus servicios anteriormente. No obstante le quiero dar un consejo a Pedro, de lo que vea crea la mitad y de lo que oiga nada en absoluto".