A pesar de llevar solo un año en Ventas de Retamosa, Toledo, Rocío se movía en una ambiente conflictivo. La presunta asesina de la joven de 17 años apuñalada en Alcorcón estaba embarazada de su pareja actual, el exnovio de la fallecida. A pesar de estar esperando un niño, su entorno más cercano asegura que que seguía bebiendo alcohol y consumiendo drogas.