Las sospechas ya se ciernen sobre ella el 2 de agosto de 2017, el día en el que muere la segunda víctima, y donde la acusada declaró que aviso a una enfermera. “Una vez que le puse los termómetros, le dije a la enfermera que la paciente tiene fiebre, concretamente 38,8” declaraba la presunta asesina. Tras esto una enfermera acudió rápido a la habitación, donde se encontró a la paciente muy floja.
Un médico también acudió a la habitación, donde la acusada le enseño unas marcas de arañazos, que decía haberle hecho la enferma, puede que con intención de defenderse. Dos años antes ya murió otra paciente, la cual iba a ser dada de alta ese mismo día. En ambos casos se vieron muchas similitudes, y las investigaciones señalaron que fueron muertes provocadas, y la única sospechosa era la conocida como ‘ángel de la muerte’.