El juicio por el conocido crimen de la guardia urbana de Barcelona ha finalizado su fase de instrucción tras dos años. Los dos presuntos asesinos se culpabilizaron mutuamente del asesinato del agente Pedro Rodríguez.
Albert López dio una nueva versión en su declaración e implicó al padre de Rosa Peral en el asesinato, acusándolo de ayudar a Rosa a meter el cadáver de la víctima en el maletero. El guardia urbano, con el que Rosa tenía una relación, pide a los investigadores que revisen una llamada registrada en el teléfono de ella que lo demuestra.
En su comparecencia en los juzgados, el presunto cómplice y examante de Rosa Peral tenía ganas de hablar y lo hizo durante 15 minutos. "Cuando llegué el cadáver ya estaba en el maletero del coche... yo solo ayudé a Rosa a quemarlo", dice ahora.
A pesar de haber cambiado su versión de lo sucedido en varias ocasiones, Albert se mostró convincente y seguro de sí mismo. "Creo que fue el padre de Rosa el que ayudó a meter el cuerpo en el maletero". "Le llamó el día del asesinato a las 10 de la noche, revisad su teléfono", cuenta el exagente de la guardia urbana. Asegura que cuando llegó a la casa de Rosa, Pedro Rodríguez ya estaba muerto: "Estoy acostumbrado a ver cadáveres y por el color, intuí que llevaba horas muerto".
"Los investigadores miraron mucho al padre de Rosa con recelo porque cambió su primera declaración, en la que decía que él vio con vida a Pedro", ha comentado la periodista Mayka Navarro sobre esta nueva implicación. Además, la periodista adelanta que Fiscalía va a pedir la pena de asesinato para Rosa y Albert.
Por su parte, Rosa se mostró muy enfadada y lamentó no haber podido ver a sus dos hijas en el juzgado. La presunta asesina volvió a culpabilizar a Albert del asesinato: “No aceptó nuestra ruptura”, dice. Y aseguró que no tenía motivos para el crimen al asegurar que en ese momento estaba acudiendo a una clínica de fertilidad para formar una familia con la víctima.
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