¿Cuál es la temperatura ideal para dormir? Las noches a 25 grados vuelven
La temperatura perfecta para coger el sueño, según los expertos, se sitúa en torno a 21 ºC
Durante la segunda ola de calor del año se alcanzarán temperaturas mínimas de hasta 28 ºC en España
Ola de calor: ¿Qué comunidades autónomas serán las más afectadas?
Las noches tórridas vuelven a España. La segunda ola de calor del verano está en marcha, y podría ser más intensa incluso que la primera. Según las previsiones, las temperaturas podrían alcanzar los 44 grados durante varios días seguidos y no bajar de los 25 en toda la madrugada a partir de este fin de semana. Esto lo pondrá complicado para pegar ojo en las casas sin aire acondicionado. ¿Cuál es la temperatura ideal para dormir?
Cada persona tiene un “termostato” diferente, por eso hay quien duerme tapado hasta las cejas en verano, y quien se tumba directamente encima de las sábanas y aun así suda sin parar. Pero hay múltiples estudios que demuestran que hay un rango de temperaturas que favorecen el sueño en la fase REM, mientras que con demasiado calor es muy complicado que podamos hacerlo.
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La ola de calor que llegará a España este sábado traerá temperaturas por encima de los 40 grados durante muchos días seguidos (quizá durante más de una semana) a gran parte de España, incluso pudiendo rozar los 44 ºC los primeros días de la próxima semana.
Las noches serán insoportables, con hasta 28 ºC de mínima en el cuadrante suroeste peninsular, y más de 22 ºC en Madrid, Toledo, Jaén, y en ambos archipiélagos. Esto es lo que la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) llama “noches tropicales” (con más de 20 ºC) y noches “ecuatoriales” o “tórridas”, cuando el termómetro no baja de 25 ºC.
¿Cuál es la temperatura ideal para dormir?
Los estudios demuestran que la temperatura ideal para dormir es de aproximadamente 21 grados. Por encima de esta marca, el cuerpo pone en marcha los mecanismos de refrigeración, como el sudor. Para las personas más frioleras la cifra puede aumentar hasta los 28 grados, pero nunca por encima de esta temperatura, según los expertos.
A la hora de acostarnos, nuestro cuerpo disminuye su temperatura de manera natural, lo cual favorece la liberación de melatonina, la hormona del sueño. Pero si el dormitorio está demasiado caliente, entonces la temperatura corporal no puede disminuir y nuestro cerebro no fabrica esta hormona lo suficiente. Esto nos causa noches de insomnio en verano.
¿Cómo llevar mejor el calor nocturno?
Si no tienes aire acondicionado para regular la temperatura de tu dormitorio por la noche, prueba con estos trucos.
- Cierra ventanas, persianas, cortinas y abre el toldo por el día para que el sol no caliente el interior de tu casa. Cuando sea de noche, ventila y procura crear corrientes jugando con las ventanas, y abre las puertas de toda la casa. De esta manera conseguirás que tu habitación no sea un horno durante la ola de calor.
- Usa ropa de cama ligera y un edredón fino de verano, y un pijama de tela transpirable y fresquita, como el algodón o el lino.
- La humedad importa, y mucho. Compra un humidificador si vives en una zona muy seca, como Madrid, para que los niveles estén siempre por encima del 30 % y por debajo del 60 %. En su defecto puedes colocar un tarro un agua junto a la ventana abierta, que ayudará a humidificar tu habitación. Si por el contrario vives en una zona muy húmeda, adquiere un deshumidificador para hacer las noches más llevaderas.
- Cena ligero, con fruta y verdura, y evita la carne, los guisos y los dulces que te hagan la digestión pesada, y no comas inmediatamente antes de irte a dormir. Adelantar las cenas ayudará a tu cuerpo a coger el sueño, puesto que tu metabolismo podrá relajarse a la hora de dormir.
- Olvida el alcohol y no tomes cafeína por las tardes. Ambos son estimulantes, y al alcohol es además deshidratante, por lo que durante las olas de calor muy intensas como la prevista en España está desaconsejado.
- Date una ducha tibia antes de acostarte para ayudar a tu cuerpo a refrigerarse.
- Bebe mucha agua a lo largo del día, aunque no tengas ganas. Los golpes de calor y la deshidratación no avisan, y nuestro organismo pierde más líquido cuando hace mucho calor, puesto que se refrigera principalmente a través de la sudoración, por eso es importante beber más agua en verano.
