El médico está casado con una María Romay a quien conoció en las fiestas de su pueblo
Tras vivir fuera de España varios años en 2003 se instaló en Madrid junto a su mujer y sus tres hijos
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MadridHan pasado más de cinco años desde que tuvimos que pasar una larga temporada metidos en casa y desde que apareció Fernando Simón en televisión por primera vez para hablarnos del COVID. Una persona que, aunque ahora se mantiene alejada de los medios de comunicación, tuvo un importante significado en la vida de muchos, pues en aquel momento fue el portavoz del Ministerio de Sanidad. Pero esta no era la primera vez que el médico maño aparecía en televisión, pues como epidemiólogo y director del centro de Alertas y Emergencia sanitarias, también fue el portavoz del comité especial sobre el Ébola en España en 2014.
El médico nació en el seno de una familia muy vinculada con la medicina. Su padre, Antonio Simón, era un prestigioso psiquiatra muy relacionado con los tratamientos para la depresión y su abuelo, por parte de padre, había sido veterinario. Creció junto a sus cinco hermanos, tres chicos y dos chicas. Sus hermanos se decantaron por estudiar veterinaria y farmacia, mientras que sus hermanas prefirieron dedicarse al mundo empresarial y a la enseñanza, pues su hermana Lourdes es profesora de Educación Física.
La vida de Fernando Simón no ha siempre ha sido sencilla, cuando era pequeño tuvo que afrontar la temprana muerte de su madre, Mari Luz, por un cáncer. Desde bien pequeño siempre se interesó por la medicina, estudió en la Universidad de Zaragoza y, tras esto, trabajó en varios pueblos de la provincia de Huesca y Zaragoza como parte del Cuerpo de Médicos Titulares del Estado. No obstante, pasado un tiempo decidió cambiar de vida y marcharse a África, donde trabajó en Burundi donde vivió momentos muy complicados y enriquecedores. Tras nueve años en Burundi, y vivir en Somalia, se diplomó en Epidemiología en la London School of Hygiene and Tropical Medicine.
Tras volver a España, en 2012, se convirtió en director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias. Tras la estabilización de la pandemia, el médico se mantuvo en el un segundo plano, hasta que en 2021 dio los últimos datos sobre la pandemia, en 2023, informó sobre la retirada de las mascarillas en las farmacias y hospitales. La pandemia marcó un antes y un después en la vida del maño, quien aseguraba en 'El Intermedio' de La Sexta en 2024 que “ahora me siento observado, constantemente, lo cual no es fácil de llevar, pero creo que hemos conseguido que, por lo menos, empecemos a hablar, en muchos foros, de lo que tenemos que hacer juntos”. El organismo para que el que trabaja también ha jugada un papel importante en la DANA que arrasó Valencia el pasado mes de octubre. El centro dirigido por Fernando Simón estuvo involucrado en la crisis sanitaria por posibles brotes de enfermedades debido al riesgo de exposición a agua y alimentos contaminados o la inhalación de patógenos. La actualidad, el médico también es profesor en la Escuela Nacional de Sanidad, que está integrada dentro del Instituto Carlos III.
Casado y con tres hijos
Fernando Simón siempre ha mantenido su vida privada alejada de los medios. El médico está casado con María Romay-Barja, una científica especializada en enfermedades tropicales y en el comportamiento humano que trabaja investigadora en el Centro Nacional de Medicina Tropical del ISCIII. “Nos conocimos en las fiestas de mi pueblo. Yo estudiaba medicina y ella periodismo, pero luego hizo una especialización en política y planificación de desarrollo y viajamos juntos a África”, aseguraba Fernando Simón a Jesús Calleja en octubre de 2020, en el ‘Planeta Calleja’.
El epidemiólogo tiene tres hijos, con los que ha vivido en Burundi, Cuba, Kenia, Somalia, Mozambique, Venezuela, Israel, Túnez, Argelia y Marruecos. En 2003 y tras varios años fuera de España se instalan en Madrid, según recoge Vanitatis, sus hijos "preguntaban por sus abuelos y sus primos". Durante la pandemia, los hijos del médico, dos chicos y una chica, estudiaban físicas, filosofía e ingeniería y se mantuvieron en un segundo plano en el que siguen actualmente.


