Por qué los padres de Romina Power no querían que se casara con Al Bano

Los cantantes se casaban en 1970 tras una prueba positiva de embarazo y la oposición familiar
Vuelve la 'felicità' de Albano y Romina: "Me gusta mucho ver que la gente todavía se acuerda de nosotros"
MadridEs imposible pronunciar el nombre de Romina Power sin añadir el de Al Bano, y es que la pareja de artistas formó una unidad dentro y fuera del escenario, ya que estuvieron casados durante casi 30 años. Un matrimonio que tuvo cuatro hijos y estuvo marcado por la tragedia de la desaparición de su hija mayor, Ylenia. Se conocieron en la década de los setenta durante el rodaje de la película 'Nel sole', que contaba la historia de un camarero y una chica de buena familia que se enamoran a pesar de la negativa de sus familias; toda una premonición de lo que fueron los comienzos reales de su relación.
Al Bano destacaba como músico y cantante en Italia y procedía de una familia humilde. Ella había seguido los pasos profesionales de su padre, el actor Tyrone Power, por lo que creció rodeada de focos y en un entorno muy distinto al del cantante. Aunque sus vidas parecían aparentemente muy diferentes, lo suyo fue amor a primera vista. “Cuando dos jóvenes se conocen, no piensan en la familia. Se quieren y nada más. Es una química que se produce en el momento de acercarse”, aseguraba ella en una entrevista para El Mundo. “Yo no sabía quién era su papá o su mamá”, continúa Al Bano, a lo que Romina interrumpe: “Y yo tampoco sabía quiénes eran los suyos”. “La diferencia es que al mío nadie lo conocía. A su papá lo conocían en tres cuartos del mundo”, añade el italiano. “Pero después, sus padres hicieron de padres para mí durante muchos años. Vivimos en la misma casa casi durante 30 años. Tuve una bonita familia”, reconoce ella.
En 1970, y tras una prueba de embarazo positiva, la pareja se daba el 'sí, quiero', en un enlace marcado por las altas temperaturas y por la gran cantidad de gente que acudió a ver a la feliz pareja jurarse amor eterno en Cellino San Marco, el pueblo natal del cantante. “No habíamos invitado a nadie. Los fotógrafos se lanzaban los rollos de carrete de un altar al otro, el cura sudaba... Era julio en una pequeña iglesia”, recuerda Romina. Los invitados de la novia vieron el "espectáculo" desde la parte más alta. “Al Bano se puso al micrófono para decirle a la gente que se calmara, que se callaran un poco y todos respondieron: ‘¡Canta, canta!’. Según recuerdan ambos, no fueron ellos quienes dieron la respuesta al cura en el momento clave de la ceremonia, sino el público allí presente, que al unísono gritó: “¡Sí!”.
Sin la aprobación de las familias
Aunque la pareja disfrutó de casi 30 años de matrimonio y tomó caminos separados legalmente en 2013, sus comienzos no fueron mucho más fáciles que su final, marcado especialmente por la desaparición de su hija Ylenia en 1994. Aunque ninguno de los dos cambiaría nada de lo ocurrido en esas décadas de amor, Al Bano afirma que sí cambiaría el desenlace de su relación: “Fue así, lo aceptamos. Ahora somos como hermano y hermana”.
Las familias de ambos no estaban contentas con la relación. Linda Christian, madre de la novia, se opuso desde el principio al romance, especialmente por la diferencia de edad entre ambos, ya que él era nueve años mayor, y también por el origen humilde de su yerno. La familia de él tampoco veía con buenos ojos la relación, principalmente por la profesión y la procedencia estadounidense de Romina.
Finalmente, las familias tuvieron que aceptar el matrimonio por la inminente llegada de un nuevo miembro. “Mi hija quiso que también yo estuviera presente en la boda, y una vez más, dejando a un lado mi orgullo de madre, quise darle esa satisfacción. Al Bano nunca me ha pedido su mano: tal vez en Italia esto ya no se estile. Mi hija debería haber esperado para casarse; todavía es una niña”, declaró la madre de la novia a su llegada a Italia para asistir al enlace.