Frank Cuesta sale de Tailandia tras su sentencia judicial: "Después de tanto sufrimiento, aquí voy a respirar"
El animalista, que ha recuperado su pasaporte y su visa tras la sentencia judicial, ha cogido un avión y ha viajado hasta Australia
Frank Cuesta habla por primera vez tras ser condenado por la justicia tailandesa: "Quería contarlo yo directamente"
Tras recibir la sentencia judicial que le libraba de la cárcel y limitaba su condena a una multa de 30.000 baths (unos 800 euros, más o menos), Frank Cuesta también recuperó su pasaporte y su visa. Satisfecho y tranquilo con la decisión del juez, que le dijo en la sala que él no era "ningún criminal", el animalista anunció inmediatamente que iba a continuar con su vida y con sus proyectos de protección a los animales salvajes, y así lo ha hecho.
Libre de cargos, ha salido de Tailandia y ha viajado hasta Australia, donde ha pasado dos o tres días. Ante los comentarios en redes que apuntaban a que había sido una salida definitiva y que Frank había abandonado el país donde levantó su santuario, él lo ha dejado claro: "Sé que se ha montado lío en las redes sociales, donde han dicho que no voy a volver, pero sí que lo voy a hacer. Tailandia es mi casa y el santuario es mi hogar", ha dicho con rotundidad. Los vídeos que ha hecho desde Australia no están ubicados en ninguna ciudad en concreto porque, después del doloroso proceso judicial en el que se ha visto inmerso, ha tomado la decisión de no dar detalles concretos de su vida y de su trabajo.
"He venido para iniciar un proyecto y me vuelvo a Tailandia"
Frank se ha quejado del "frío brutal" que ha pasado en el lejano país, al que ha viajado para iniciar un proyecto que ya tenía "pensado desde hace mucho tiempo": "He aprovechado que he quedado totalmente libre de cargos - si no, no me hubieran dejado entrar en Australia - para iniciar un proyecto que tenía pensado aquí. Voy a estar viajando a Australia un par de veces al año y vais a notar de qué va este proyecto también en el santuario. Obviamente, tiene que ver con la protección de los animales y ya os lo enseñaré dentro de un tiempo", ha dicho desde una irreconocible habitación de hotel.
Ha sido un viaje muy bueno, he podido respirar y me siento ya completamente libre
Aunque el juez se pronunció a su favor, el animalista sigue recordando lo mal que lo han pasado, tanto él como su equipo, durante los últimos meses. "Además de los 30.000 baths, tengo que hacer trabajo social y no puedo cometer ningún delito sobre la fauna y la flora durante el próximo año. Voy a cumplir mi condena y sé que hay gente envidiosa que nos sigue machacando, que nos funan, pero no voy a contestar a nada. Éste ha sido un viaje muy bueno, he podido respirar y me siento ya completamente libre", ha concluido Frank. Mientras él ha estado de viaje, Paloma se ha encargado de los animales del santuario, al que el animalista ha asegurado que siempre volverá.
Termina así una mala etapa en la que, bajo amenazas, Cuesta tuvo que decir en un vídeo guionizado que no tenía cáncer y que nunca ha estado interesado por el bienestar de los animales. Aclarado este complot, ya puede continuar con su vida y con sus proyectos en torno al salvamento y cuidado de animales en peligro.