Cine

Juan Diego Botto celebra ser "un señor" de 50 años: "Ya puedo optar a historias que antes no podía"

Juan Diego Botto
Juan Diego Botto, un señor de 50. Getty Images
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Desde que irrumpió en el cine a los 19 años con 'Historias del Kronen' (1995), Juan Diego Botto ha ido trazando una trayectoria que le ha llevado hacia personajes y proyectos que le exigían más capas, más conciencia, más madurez. Ahora ha llegado a ese punto que antes que él alcanzaron Jose Coronado o Luis Tosar en el que puede convertirse en el centro de todo tipo de historias. "Soy un señor de cincuenta años y, claro, ya puedo optar a historias que antes no podía. Porque ahora estoy más viejo", confiesa en una entrevista en 'Esquire'.

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Esa versatilidad es la que le permite combinar proyectos como 'En los márgenes' (2022), su debut como director en el que exploraba el drama de los desahucios; 'Mi amiga Eva' (2025), de Cesc Gay, haciendo de marido que no termina de entender la importante decisión de la mujer con la que ha compartido dos décadas; o 'El Centro' (2025), serie en la que interpreta a un agotado agente del CNI.

“Ahora puedo escoger ciertos trabajos como actor o contar mis propias historias. Cuando eres más joven tienes la sensación de que hay mucho que demostrar. Ahora siento que me mueve más el placer del trabajo en sí. Puede salir mejor o peor, pero me permito tomar riesgos y disfrutar del proceso y no pienso tanto en la expectativa del resultado", subraya en otra entrevista en 'El Español'.

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El placer de asumir riesgos

La urgencia por demostrar cosas con el tiempo se convierte en la autoexigencia de elegir mejor. Ahora ya no le intimidan tanto los riesgos y asumir proyectos difíciles le resulta más gratificante gracias a los años de aprendizaje. . "Por una parte, inevitablemente lo mejor que puede pasar es seguir cumpliendo años, hay que aceptarlo, queriendo a tus arrugas, a tu edad, al paso del tiempo en uno mismo. Por otra, he tenido la fortuna de hacer una serie de trabajos a lo largo de mi vida que me han dado experiencia para afrontar las cosas", subraya en la citada charla con 'Esquire'.

La cara de una generación

Que su rostro se asocie tan marcadamente a personajes tan generacionales como el de 'Kronen' o el de 'Martín (Hache)' a Botto no le preocupa en exceso. "No soy muy consciente del peso simbólico que puede tener para una persona de mi edad, ese "fuiste la cara de una generación cuando yo tenía 20 años". Lo veo más desde "en este trabajo estuve bien, aquí lo podría haber hecho mejor…". Lo que siento es una inmensa gratitud por pensar que con 18 o 19 años hice 'Historias del Kronen', ahora tengo 50 y todo este tiempo he podido vivir de mi trabajo", explica. "He podido contar historias, incluso las mías propias, en el cine y el teatro. Y he tenido la inmensa fortuna de que a veces esas historias han conectado con los espectadores. Es un privilegio en este oficio tan largo y complejo. Lo único que siento es gratitud", concluye.